Todas las rebeliones tienen un comienzo, pero pocos han desarrollado sus sentidos lo suficiente como para estar por encima del régimen y convertirse en verdaderos Murciélagos. ¿Serás tú uno de ellos?
Nombre de la empresa: The Darkest Room
Nombre de la sala: El Reclutamiento de los Murciélagos
Número de jugadores: 6-20 personas (sin opción a combate)
Precio: 96-320€ por sala (en función del número de jugadores)
Duración: 70 minutos
Como si de un regalo de Navidad adelantado se tratase, hace treinta y tantos años que Nando, creador de blogs tan variopintos como En la Disneylandia del amor (acerca de parques temáticos), Confesiones tirado en la pista de baile (sobre música indie/pop) o Escapar, quiero escapar (Escape Rooms, juegos y demás frikadas), llegó a este mundo. Para celebrar su cumpleaños, decidió juntar a un gran grupo de gente y organizar una actividad relacionada con una de sus múltiples aficiones. Por suerte para sus amigos del sector escapista (entre los que nos encontrábamos Paco y yo), las entradas a un parque temático parecían irse de presupuesto y tampoco había ningún concierto interesante aquel día en la capital, por lo que la actividad elegida fue un Escape Hall.
Pero... ¿se trataba de un Escape Hall convencional? Aquellos que conozcáis a Nando ya sabréis que la respuesta es “no”. ¿Quién querría llevar a doce novatos a un escape hall al uso pudiendo jugar uno… a ciegas? Evidentemente, hablamos de The Darkest Room y de su nuevo juego grupal El Reclutamiento de los Murciélagos.
La reserva
En este caso, el encargado de hacer la reserva fue Nando, ya que la actividad sería una sorpresa para casi todos los invitados. Si a vosotros también os toca este rol, os recomendamos que reservéis a través de la página web, ya que no solo es sencilla e intuitiva, sino que tiene uno de los diseños más bonitos de todas las páginas de escapismo de Madrid. Una vez elegido el número de reclutas candidatos a convertirse en Murciélagos, deberéis seleccionar el día y hora en que pasaréis vuestro examen y finalmente dar vuestros datos de contacto para que os envíen la confirmación de vuestra inscripción.
Por último, os aconsejamos que echéis un ojo a la sección "Resuelve tus dudas" que encontraréis dentro de la pestaña "Hall Escape", ya que al ser una experiencia a ciegas (y por tanto bastante distinta de lo habitual), no está de más tener claros un par de conceptos antes de comenzar vuestra misión.
Local, historia y objetivo
El local de The Darkest Room se encuentra en el barrio de Tetuán, en la zona norte de Madrid, muy cerca de la parada de metro de Alvarado (Línea 1) y a medio camino entre las paradas de Santiago Bernabeu (Línea 10) y Nuevos Ministerios (Líneas 6, 8, 10 y Cercanías Renfe). Al ser una zona conocida para nosotros tras jugar La Revolución de los Murciélagos y las salas de sus vecinos 59:59 (se encuentran a pocos minutos andando), fuimos en coche a tiro hecho y conseguimos aparcar en la misma calle que en nuestra primera visita. ¡No os imagináis la cantidad de rincones de Madrid que estamos conociendo gracias a nuestras experiencias escapistas!
Tras quedar con Nando y sus amigos en un bar cercano para romper el hielo y agasajar al cumpleañero con los merecidos regalos, fuimos a la hora indicada hasta la puerta de The Darkest Room. Allí coincidimos con otro grupo que iba a jugar a la misma hora su sala de escape por lo que, tras esperar a que ellos terminaran la introducción, pasamos al interior del local. Esto es algo que en días de lluvia o frío puede no ser cómodo para los jugadores y, tras hablarlo con Víctor (dueño y Game Master) a la salida de nuestra experiencia, ya estuvo haciendo cábalas sobre cómo desfasar ambos grupos para que no volviera a ocurrir. ¿Se puede ser más efectivo que este muchacho?
Pasamos directamente a la habitación en la que se desarrollaría el juego, donde guardamos nuestras pertenencias y Nando nombró a los cuatro capitanes, cada uno de ellos encargado de formar un equipo como si se tratase de un partido de fútbol en el patio del colegio. A continuación, Víctor nos dio algunas instrucciones básicas, nos enseñó los distintos candados que usaríamos a lo largo del juego y la manera más sencilla de utilizarlos una vez estuviéramos a oscuras. Parece mentira cómo cambian las cosas cuando no las utilizas como siempre... Finalmente, recibimos un mensaje de uno de los Murciélagos en el que nos explicaba que si nosotros también queríamos formar parte de La Revolución contra el régimen y convertirnos en auténticos Murciélagos, debíamos resolver los retos que teníamos ante nosotros antes de que se acabese el tiempo. ¿Estaríamos a la altura del reto o seríamos como los concursantes de OT a los que expulsan en la gala cero y ni siquiera consiguen entrar en la academia?
Ambientación y juegos
Una vez finalizó el mensaje que nos animaba a convertirnos en Murciélagos, Víctor apagó la luz de la habitación y la cuenta atrás dio comienzo. Este es sin duda uno de los principales cambios y mejoras respecto a cuando nosotros jugamos La Revolución de los Murciélagos, ya que por entonces era necesario utilizar un antifaz para evitar que la luz que se filtraba por algunas partes de la habitación permitiera ver a tu alrededor. A día de hoy, tanto el Hall Escape como el Escape Room pueden jugarse sin antifaz gracias a las mejoras que han hecho en cuanto a aislamiento de la luz, algo que creemos que ayuda notablemente a la inmersión de los jugadores y reduce la sensación de agobio y calor.
Como podréis imaginar, el primer handicap con el que nos encontramos (y que nos acompañaría durante los 70 minutos de juego) es que no podíamos mirar a nuestro alrededor para recabar información y, por tanto, las únicas herramientas de las que disponíamos eran de nuestro sentido del tacto y de lo que nuestros compañeros de equipo descubriesen por sí mismos y nos comunicasen. Por ello, no tardamos mucho tiempo en darnos cuenta de que la comunicación tomaba un papel aún más importante que en el resto de sitios, por lo que debíamos ser mucho más precisos de lo habitual al expresarnos. De alguna manera, las palabras de nuestros compañeros eran como nuestros ojos allí dentro. Esto provocó algún que otro momento un poco caótico debido al nivel de ruido, pues los cuatro grupos estábamos bastante cerca los unos de los otros y a veces resultaba difícil oír a tus compañeros o alguno de los elementos del juego. Por suerte, Víctor estuvo muy atento y dio con una sencilla fórmula que permitía a cada equipo tener un ratito de silencio, algo que sin duda ayudó mucho al desarrollo del juego.
Respecto a los retos que teníamos por delante, poco sabíamos de ellos al comienzo, excepto que cada equipo contaba con una caja idéntica que debíamos resolver en el menor tiempo posible y que, al estar privados de uno de nuestros cinco sentidos, muy probablemente deberíamos utilizar el resto de ellos. Empezamos a investigar la caja que teníamos ante nosotros y, poco a poco, fuimos consiguiendo abrir los distintos compartimentos que había en su interior, cada uno de los cuales nos llevaba al siguiente. Según avanzaban los minutos, cada uno de nosotros fue descubriendo que algunos teníamos unos sentidos más afinados que otros y, en consecuencia, nos fuimos repartiendo el trabajo para resolver aquello con lo que nos sentíamos más cómodos. En mi caso, hubo una prueba en concreto que por más que lo intentaba era incapaz de resolver (¡que alguien me devuelva la sensibilidad en los dedos, por favor!) por lo que todos, en algún momento u otro, agradecimos ser cuatro jugadores por equipo para contar con más recursos. Vamos, la típica estrategia de todo grupo de superhéroes...
El número de juegos es bastante reducido en comparación a otros Escape Halls, pero ya os adelantamos que no os vais a aburrir. Un juego que en condiciones normales resolveríais en un minuto, a oscuras puede llevaros por lo menos diez. Este es uno de los aspectos que más disfrutamos cuando jugamos en The Darkest Room, ya que nos hace ser conscientes de la importancia que tiene la vista en nuestro día a día y sirve como un gran ejercicio de concienciación con respecto a las personas invidentes. Por eso, no es de extrañar que cada pequeño avance que conseguíamos lo sintiésemos como un auténtico éxito y lo celebrásemos por todo lo alto.
¿Lo conseguimos?
El equipo capitaneado por Paco fue el más rápido en conseguir para sus integrantes el título de Murciélagos, mientras que mi equipo fue el más lento de los cuatro, pues a pesar de ir en cabeza durante buena parte del juego, un pequeño fallo técnico (del que Víctor tomó buena nota para ajustarlo) nos hizo perder bastante tiempo. Aun así, la cara de emoción que teníamos todos al terminar fue el mejor signo de que la experiencia había sido todo un éxito, independientemente del puesto en el que hubiésemos quedado.
A la salida, pudimos charlar un rato con Víctor para intercambiar nuestras impresiones, escuchar algunas curiosidades y buscar maneras de pulir aquellos puntos que habíamos visto más flojos o que habían fallado durante el juego, algo normal si tenemos en cuenta que nuestra sesión fue de las primeras en probarlo. Como siempre, Víctor se mostró muy receptivo ante nuestros comentarios y no tenemos ninguna duda de que tardará muy poco tiempo en hacer realidad algunas de estas mejoras.
Valoración y puntuaciones
- A destacar: Tener que jugar a ciegas, lo cual hace que el jugador tenga que llegar a la solución de los enigmas por una vía distinta a la habitual y tenga que usar herramientas con las que no está tan habituado. La manera en que están hiladas las historias de sus dos juegos, haciendo que alrededor de The Darkest Room se cree una historia más profunda y con posibilidad de tener más secuelas. La actitud de Víctor, siempre receptivo a escuchar ideas, opiniones y propuestas de mejora e implementarlas en tiempo record. La concienciación que consigue hacia las personas invidentes.
- A mejorar: Incluir durante el briefing inicial una mayor explicación de la historia que hay tras este juego, ya que no todas las personas se leen la información de la página web. La climatización en la sala, hacía calor y el ruido del ventilador despistó a algunos equipos al creer que era parte del juego. El nivel de ruido en algunos momentos del juego para que unos equipos no molesten a otros. Ajustar una de las conexiones de uno de los elementos del juego para que no falle y evite perder tiempo a ese equipo.
P.D: Nando, gracias por darme la excusa perfecta para poder escribir por fin una reseña con GIFs. ¡Esta entrada va en tu honor, maestro!
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