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'Winers', Dale al Coco (Febrero 2019, Madrid)

Actualizado: 22 ene 2020

¡Hip! Un cargamento de vino está a punto de ser enviado a ¡Hip! todos los rincones de España. Todo parece normal hasta que ¡Hip! os dais cuenta de que la bebida está envenenada. ¿Lograréis detener el envío?



  • Nombre de la empresa: Dale al Coco

  • Nombre de la sala: Winers

  • Número de jugadores: 8-20 personas (sin opción a combate)

  • Precio: 15€ por jugador

  • Duración: 60 minutos


Aprovechando que los Plastic Robot se encontraban en la capital, tanto Nando (de Escapar, quiero escapar) como nosotros, decidimos engancharnos a su ruta por Madrid y así jugar a nuestro primer Escape Room juntos, que después de tres meses ya iba siendo hora. Si tenéis en cuenta que llevan más de cien salas a sus espaldas y que nosotros tampoco nos quedamos cortos... ¡Imaginaos lo complicado que fue encontrar al menos una que no hubiésemos hecho ninguno de los cinco!


Finalmente, optamos por Winers, el juego grupal de Dale al Coco. Nos pareció una oportunidad perfecta para probar su sala más multitudinaria, por lo que enseguida nos pusimos a buscar refuerzos. Así fue como acabamos compartiendo experiencia con las mentes pensantes de locales tan emblemáticos en Madrid como Action House, Incógnito y los futuros Mindtrap, además de con amigos y otros bloggers como Moisés de EscaZapistas. ¡Casi veinte personas dándolo todo por salvar a la humanidad!


La reserva


La reserva podréis hacerla desde el apartado correspondiente en su página web. Después de seleccionar en un calendario el día de vuestra partida, tendréis que elegir la hora que mejor se ajuste a vuestras preferencias de entre las opciones disponibles para Winers. Una vez hecho esto, tendréis que indicar el número de jugadores (si no lo sabéis, no pasa nada), introducir vuestros datos y pagar una señal de 20€.


Si tenéis dudas sobre el mínimo de edad en sus juegos, la duración de los mismos o la posiblidad de realizar combates, podréis salir de dudas si os fijáis en los iconos que acompañan a las imágenes promocionales de sus salas. ¡Detalles cuquis que nos encantan!


Local, historia y objetivo


Para llegar hasta el local de Dale al Coco, situado en pleno barrio de La Latina, os aconsejamos que utilicéis el transporte público. Al tratarse de Madrid central, el acceso en coche está restringido, así que las paradas de Tirso de Molina (Línea 2) y La Latina (Línea 5) serán vuestras mejores aliadas. Lo bueno de esta zona es que encontraréis un montón de cafeterías y restaurantes donde poder tomar algo antes o después de vuestro juego, además de contar con otros locales de escape cercanos como Clue Hunter, BrainBreak o El Gran Escape.


Llegamos a Dale al Coco con unos cinco minutos de retraso (es lo que tiene salir del trabajo con el tiempo justo y que correr no sirva para nada), por lo que a excepción de Juan, uno de los futuros cabecillas de Mindtrap, encontramos al resto de jugadores compartiendo impresiones en la acogedora recepción del local. Allí nos juntamos también con María y Paco, de quienes minutos después tendríamos que separarnos para poder jugar a Winers. Y es que una vez que estuvimos todos listos, Paula nos acompañó hasta la entrada de la bodega. En ese momento, además de explicarnos las normas básicas de la sala, nos pidió que nos dividiésemos en cuatro grupos. Así fue como María y Paco se unieron a Moi en el equipo verde mientras Manu, Sara, Juan y yo (los tardones del día, básicamente) formábamos el equipo rojo y el resto daba forma a los equipos azul y amarillo.


Ahora sí, fuimos entrando por grupos en la bodega para situarnos cada uno frente a la barrica que correspondía a nuestro color. Hecho esto, Paula nos explicó que el cargamento de vino que teníamos delante no se encontraba en muy buenas condiciones, más bien todo lo contrario... ¡Estaba envenenado! Y por si eso fuera poco, en una hora sería enviado y comercializado por todo el país a menos que tuviésemos la suficiente pericia como para detener tal desastre.


Ambientación y juegos


La filosofía de Winers se asemeja más a la esencia de un Hall Escape que a la de una sala de escape propiamente dicha. Como tal, la totalidad del juego transcurre en una única sala y todo lo que necesitaréis para cumplir con éxito la misión estará al alcance de vuestras manos desde el principio. Como os hemos adelantado en el apartado anterior, la decoración de la sala en la que nos encontrábamos recreaba el interior de una bodega. Aunque en este tipo de juegos la ambientación suele pasar a un segundo plano para darle mayor importancia a los enigmas, los elementos decorativos estaban escogidos al detalle. ¡No faltaban ni las uvas! Esto, unido al hecho de que Paula estaba metidísima en su papel, ayudó a que nos creyésemos que algo iba a salir mal si no conseguíamos detener el cargamento de vino a tiempo.


Aunque en un principio la vena competitiva casi se nos sale del cuello a todos los equipos, es importante que no olvidéis que no se trata de un juego para ver quién acaba antes que quién, sino que la colaboración entre grupos es más que necesaria. Tanto es así que, queráis o no, tendréis que comunicaros con el resto y ayudaros mutuamente para poder avanzar en la mayoría de los enigmas. Cuando nos dimos cuenta de aquello, la bodega se convirtió en un salón de bodas y allí no quedó en su sitio ni el muñeco de la tarta. Los equipos que habían acabado antes se paseaban por la habitación buscando lo necesario para seguir su curso, los más atrasados corríamos de un lado a otro preguntando qué, cómo y por qué, los objetos volaban, las luces parpadeaban, Paula hacía malabares con las uvas... Vale, quizá estoy exagerando demasiado, pero lo que sí es cierto es que la sala se llenó de movimiento. ¡Con lo modositos que habíamos empezado!


Los juegos a los que os iréis enfrentando estarán basados en la apertura de candados y seguirán la línea de cualquier Escape Room. Básicamente, tendréis que ir encontrando los códigos necesarios que os irán desvelando nuevos escondites en vuestra barrica de vino. ¡¿Pero cuántas cosas pueden caber ahí dentro?! Aunque la mayoría de ellos no son especialmente difíciles, en algún momento estuvimos atascados por no prestar toda la atención que deberíamos a lo que teníamos delante. Es importante que busquéis bien y, sobre todo, que no intentéis probar las cosas a lo loco como nos pasó a nosotros en un determinado momento. Menos mal que ahí estaba María, en la barrica de al lado, para chivarnos que había algo que habíamos pasado por alto por ir con prisas. Así, cada equipo fue llegando hasta el final, momento en que hizo aparición el elemento mecánico por excelencia de la sala y nos volvimos locos por completo para parar el crono. ¡Que no se diga que no lo dimos todo por la humanidad!


¿Lo conseguimos?


Con tanto amante del vino presente en la sala, ¿cómo no íbamos a ser capaces de detener tal desastre? ¡Habríamos dado la vida por ello! Logrando el récord de Winers hasta el momento, conseguimos detener a tiempo el cargamento envenenado y salvaros a todos de una muerte segura. Eso sí, no os penséis que esto va a saliros gratis, ya estamos poniendo a punto las facturas para hacéroslas llegar a casa lo antes posible.


¡Tanto vino se nos acabó subiendo a la cabeza!

Después de la foto grupal, estuvimos charlando un rato en el local decidiendo dónde ir a tomar algo todos juntos. Si os gusta la sidra (vino, sidra... aquí lo mezclamos todo), os recomendamos que os paséis por La Bobia, donde disfrutamos de unas cuantas tapas y pusimos el broche final a la noche. Una noche que para algunos acabó alargándose más de la cuenta, con toque flamenco incluido, ¿verdad, María? Guiño, guiño.


Valoración y puntuaciones


- A destacar: El papel de Paula, nuestra Game Master, siempre es un placer verla explicar los juegos con tanta pasión por lo que hace, creyéndose al máximo su personaje; la música ambiental nada más entrar en la antesala de Winers, parece una tontería, pero no sabéis lo mucho que hace en la inmersión del jugador detalles como estos; el hecho de tener que comunicarse y colaborar con el resto de jugadores para seguir avanzando.


- A mejorar: Quizá se podría incluir algún enigma más físico que aportase mayor dinamismo a las pruebas, juegos en los que hubiese que usar alguno de los sentidos como el tacto o el olfato. ¡Pruebas organolépticas a tope!




Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor



Datos de contacto:


910 530 984 / 650 941 784

info@dalealcocoroomescape.com




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