Dicen que Scum Island, un paraíso situado en pleno caribe toledano, está maldito. Pero, ¿de verdad vais a hacer caso a las habladurías y perderos las vacaciones tropicales que siempre habéis soñado?
Nombre de la empresa: Madness Toledo
Nombre de la sala: The Mystery of Scum Island
Número de jugadores: 2-6 personas (sin opción a combate)
Precio: 75-140€ por sala (en función del número de jugadores)
Duración: 90 minutos
Hacía días que la Navidad había llegado a las calles de Madrid en forma de luces, decoración navideña y, por supuesto, frío. Así que pensamos que lo mejor para que nuestro cuerpo entrase en calor era una visita fugaz a una isla que se había puesto de moda entre los turistas desde hacía unos meses. Su nombre era Scum Island, y aunque se decía de ella que una terrible maldición se cernía sobre sus playas, estábamos seguros de que no era más que una invención de la gente autóctona para mantener alejados a los turistas.
Total, que una buena mañana de sábado decidimos hacer oídos sordos ante tanta habladuría y cogimos un barco rumbo a las aguas toledanas. Tras un apacible paseo por el océano, llegamos al puerto de Madness Toledo. ¡Bañador, pulserita de “todo incluido” y a disfrutar del Caribe!
La reserva
La reserva podéis hacerla a través de la página web, y como todo viaje que merece la pena, os aconsejamos que no esperéis hasta el último momento para hacerla. No porque así os vaya a salir más barato (aquí no existen las compañías low cost), sino porque son muchos los turistas que quieren disfrutar de unas vacaciones en el Caribe, por lo que es posible que las plazas estén muy solicitadas.
Una vez seleccionado el número de jugadores (aunque está recomendada para un número máximo de cinco personas, ponen a vuestra disposición la posibilidad de ser hasta seis viajeros) y la fecha en que queréis partir rumbo al placer asegurado, tendréis que abonar la cantidad total de la reserva. Es posible que os parezca algo más caro que cualquier otra experiencia que hayáis vivido, pero ya os decimos que merece (y mucho) la pena. ¡No os vais a arrepentir!
Local, historia y objetivo
El local de Madness Toledo se encuentra en pleno centro de la ciudad, muy cerca del Alcázar y de la plaza de Zocodover. Vamos, que es perfecto para dar un paseo turístico y después comer o cenar por la zona antes o después de jugar la sala. Si vais en coche, podéis aparcar gratis en una explanada cercana a la estación de autobuses y desde allí subir al centro de la ciudad en las famosas escaleras mecánicas. ¡Estaba todo a un paso de distancia!
Es posible que, una vez que lleguéis, la entrada os pase un poco desapercibida. No cuentan con grandes letreros ni decoración en la puerta, puesto que al encontrarse en pleno casco histórico no les permiten hacer mucho al respecto, pero sí que lo veréis indicado con el nombre del local en la parte superior de la misma. Antes de entrar, y puesto que todavía nos quedaban unos minutos hasta la hora indicada en la reserva, estuvimos haciendo comentarios al respecto, empleando la palabra "aséptica" para describirla. ¡A partir de ese momento fuimos conocidos por nuestro Game Master como "Los asépticos"! Que oye, tampoco queda mal y dio lugar a muchas risas.
Diego fue el encargado de recibirnos con un desparpajo y una capacidad de meterse en su personaje que nos dejó completamente con la boca abierta. No recuerdo una introducción tan divertida desde hace mucho tiempo. Yo no sabía si prestar atención a lo que nos estaba diciendo o mirar las caras de mis compañeros mientras lo intentaban. ¡La cara de María era un poema! Desde el primer minuto tuvimos claro que nos lo íbamos a pasar en grande y que las risas iban a estar aseguradas. Con una intro así no era para menos.
Una vez dejamos nuestras cosas en un baúl apto para ello, llegamos a Scum Island. Allí fue donde, por medio de un vídeo introductorio que no podía ser más perfecto y acorde con la temática, supimos que las vacaciones que íbamos buscando se habían desvanecido de un plumazo. Efectivamente, las habladurías eran ciertas y la isla estaba maldita. De nosotros dependía acabar con el malvado capitán Lechukga antes de que fuese demasiado tarde o acabaríamos corriendo la misma suerte que los anteriores turistas que lo habían intentado.
Ambientación y juegos
Una vez terminado el vídeo, pudimos contemplar asombrados todo cuanto nos rodeaba. La ambientación era tan espectacular que realmente creíamos estar en una isla paradisiaca viviendo nuestra propia aventura de piratas. El estilo escogido para decorar la sala recordaba al de las aventuras gráficas propias de la época de los primeros Monkey Island y estaba tan repleto de detalles sobre el juego que los fans como nosotros disfrutarán por partida doble. El nivel de ambientación se mantiene muy arriba durante toda la experiencia y la sala está diseñada de forma que puedas jugar con ella y no solo por medio de los enigmas que iréis encontrando a vuestro paso. Realmente nos lo pasamos como enanos queriendo probarlo todo.
No faltaba detalle en nada y casi desde el principio pudimos ver varios de los rincones por los que se desarrollaría la partida, lo que hizo que pronto estuviésemos impacientes por verlo todo más de cerca. Sin embargo, si queríamos hacerlo teníamos que ganárnoslo. Así que, guiados por una voz que nos comentó cuál sería nuestra primera misión casi a modo de tutorial de un videojuego, calentamos motores para iniciar nuestra aventura. Esa voz nos iría acompañando durante el resto de la aventura, siendo un elemento fundamental para disfrutar al máximo de la sala. ¡Menudas risas nos echamos con sus ocurrencias!
El equilibrio entre los juegos clásicos basados en apertura de candados (dispuestos en zonas completamente lógicas teniendo en cuenta que la esencia pirata nos rodeaba por doquier) y los mecanismos está muy logrado. Los enigmas estaban diseñados para pasárselo bien, de hecho llegó un punto en el que, más que pensar para resolverlos, conseguíamos llegar a la solución a base de divertirnos con ellos. Algo así como poner en funcionamiento la mente sin que te des cuenta gracias a lo bien que lo estás pasando. Esto hizo que jugásemos como hacía tiempo que no hacíamos: tranquilos y absorbiendo cada momento vivido allí para disfrutarlo al máximo. ¡Nos habríamos quedado a vivir en aquella isla, por muy maldita que estuviese!
En general, los enigmas son sencillos, pero el número de ellos es bastante elevado. Algo que ya podríais imaginar teniendo en cuenta el tiempo total de la sala (noventa minutos frente a los sesenta habituales). No pararéis ni un segundo y todos los miembros del grupo tendrán algo que hacer al mismo tiempo. Si no es resolviendo un enigmas, es localizando elementos necesarios para resolver otro de ellos o explorando nuevas zonas de la isla y el resto de ubicaciones por los que iréis pasando. Porque otra cosa no, pero el espacio está aprovechadísimo. ¡Había un montón de zonas para investigar! Pero no os agobiéis, porque el carácter del juego es más bien lineal y no os perderéis nada de lo que esté pasando a vuestro alrededor.
Además de la misión principal, que no es otra que liberar a la isla de la maldición (ya disfrutaréis de las vacaciones en otro momento), contaréis con una misión secundaria estrechamente ligada con el objetivo principal. No os desvelaremos de qué manera para que vosotros también os llevéis la sorpresa, pero, aunque no es obligatoria para salir de la sala, os recomendamos que la hagáis para exprimir al máximo la experiencia. Nosotros completamos la aventura al 99%, aunque fue suficiente para desbloquear todos los logros, así que no nos perdimos nada. ¡Y menos mal, porque nos habríamos quedado con las ganas de disfrutarlo todo!
En definitiva, se trata de una sala donde prima la diversión tanto si sois fans de Monkey Island como si no habéis escuchado jamás el nombre de Guybrush Threepwood. Creemos que el número idóneo de jugadores para disfrutarlo a tope es de cuatro personas, tengáis o no experiencia. Ya os decimos que es una sala muy asequible para todo el público y gracias a la misión secundaria a ningún jugador, tenga mucha o poca experiencia, se le quedará corta. ¡Ánimo grumetes, ahora es vuestro turno de poner fin a la maldición!
¿Lo conseguimos?
Pues sí, dejamos la isla bien limpita de maldiciones para todos vosotros. Eso sí, nos consta que el capitán Lechukga ya ha vuelto a hacer de las suyas, así que os necesitan de nuevo. Nos sobraron solamente 3 minutos, algo que agradecimos porque tuvimos la sensación de haber desgranado la sala hasta el fondo. Sin prisas, saboreando cada misión como si fuese la última onza de chocolate del mundo.
Al salir estuvimos comentando la jugada con Diego, pero tardamos dos minutos en volver a meternos en la isla para terminar de conversar allí dentro. ¡Estábamos como en casa y no queríamos marcharnos de allí! Además consiguió ponernos los dientes largos al contarnos las próximas aventuras que tiene pendientes para ir abriendo a lo largo de los próximos meses y ya os decimos que tienen tan buena pinta como The Mystery of Scum Island. ¡No nos pensamos perder ninguna!
Valoración y puntuaciones
- A destacar: Pues es que lo destacaríamos todo. Desde el brieffing tan alocado y acorde con la aventura por parte del Game Master, como su trabajazo a lo largo de toda la experiencia y lo divertido que fue gracias a sus ocurrencias, la ambientación tan espectacular y con ese estilo tan propio del Monkey Island, el carácter tan divertido de los juegos y el hecho de tener que usar a menudo el cuerpo para resolver algunos de ellos... ¡Fue una auténtica maravilla!
- A mejorar: Hay pocas cosas a las que poder meterle mano, creemos que es una sala muy sólida en ese aspecto. Quizá haríamos el principio del juego algo menos guiado o con menos intervenciones por parte de Game Master acerca de los pasos a dar, aunque tampoco nos molestó en exceso y nos ayudó a calentar motores.
Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor
Datos de contacto:
C/ Nueva, 5 45001 Toledo
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