La humanidad está en peligro a causa de una repentina invasión zombi que tiene a la población en vilo. Adentraos en un laboratorio clandestino y elaborad el antídoto antes de que, junto al resto del mundo, os convirtáis en comida para los no muertos.
Nombre de la empresa: Fox in a Box
Nombre de la sala: Laboratorio Zombi
Número de jugadores: 2-6 personas (sin opción a combate)
Precio: 55-90€ por sala (en función del número de jugadores)
Duración: 60 minutos
Hacía tiempo que no visitábamos a los chicos de Fox in a Box, quienes habían estado haciendo obras en su Laboratorio Zombi para darle un pequeño lavado de imagen. Este tipo de iniciativas siempre nos han parecido un acierto, sobre todo por el hecho de que las salas más antiguas empiezan a quedarse algo atrás con respecto a las de nueva generación. Creemos que a la velocidad con la que evoluciona el mundo escapista, solo queda una opción posible para esos primeros Escape Room... ¡Renovarse o morir!
Por ese motivo, cuando recibimos la invitación para volver a jugar Laboratorio Zombi tras las obras, no lo pensamos ni un solo segundo y buscamos un día en el que tanto María como yo tuviésemos un hueco libre. Teniendo en cuenta que fue la tercera sala a la que jugué hace ya más de tres años y la primera de la que no conseguí salir a tiempo por cuestión de segundos, tenía muchas ganas de volver a ese laboratorio. ¡La revancha estaba más que servida!
La reserva
En este caso en particular, fueron ellos quienes nos reservaron un hueco vía email después de ponerse en contacto con nosotros. Sin embargo, las reservas se pueden llevar a cabo a través de la página web seleccionando la sesión que mejor se adapte a vuestros horarios.
Si en el momento de la reserva no sabéis cuántos vais a ser, podréis marcar dicha opción dejando una señal de veinte euros y pagando el resto en el local el día de la partida. Por el contrario, si seleccionáis el número exacto de jugadores, el pago deberá realizarse íntegramente a través de la web. Aun así, estamos seguros de que si alguien falla o se suma a última hora, no tendrán ningún problema en reajustaros el precio en función de cuántos seáis ese día.
Local, historia y objetivo
Si ya habéis jugado a algunas de las salas de Fox in a Box sabréis que cuentan con dos locales, uno de ellos en la Cuesta de Santo Domingo y el otro en la calle Infantas, y que en función de la sala que vayáis a jugar tendréis que dirigiros a uno u otro. Laboratorio Zombi, junto a Bunker, se encuentra en este último, por lo que al estar en pleno centro de Madrid recomendamos que uséis el transporte público para llegar hasta allí. La parada de metro más cercana es Banco de España (Línea 2), pero también contaréis con infinidad de autobuses que os dejarán en la zona.
En este caso llevábamos como refuerzo a nuestras respectivas parejas. ¡Las cuales ni siquiera se conocían entre sí! ¿Se os ocurre mejor sitio para presentarles que en un Escape Room? A nosotros tampoco. Como llegamos con tiempo de sobra, decidimos esperar fuera mientras elegíamos el vestido que María llevaría en Teatro de Ánimas a la semana siguiente (ya os contará por aquí cómo le fue tomando el té por Halloween en la casa de Action House). Una vez llegada la hora, abrimos la puerta y allí nos recibió Antón, nuestro Game Master.
Tras dejar nuestras cosas en la taquilla y adecuar nuestra vestimenta a la misión que teníamos por delante (antes muertos que sencillos), bajamos las escaleras que nos conducirían hasta la misma puerta del laboratorio. Allí se nos unió de nuevo Antón, esta vez metido de forma brillante en su personaje, para explicarnos por medio del acting las normas principales de la sala y nuestro objetivo de la tarde: el mundo estaba siendo devastado por un repentino ataque zombi; sin embargo, todavía había esperanza (si se nos puede llamar así) para el hombre. Tendríamos sesenta minutos por delante para colarnos en un laboratorio clandestino y, haciendo uso de nuestras dotes como químicos, elaborar el antídoto que evitaría que la humanidad (y, por lo tanto, nosotros mismos) acabase siendo devorada por los no muertos. ¿Seríamos capaces de soportar la presión y salir de allí victoriosos?
Ambientación y juegos
Atravesar la puerta y encontrarnos de nuevo en aquel laboratorio fue casi como viajar al pasado. Aunque María lo tenía todo más reciente, en mi memoria había muchos detalles que se habían ido difuminado con el paso del tiempo, especialmente los aspectos relacionados con los juegos. Sin embargo, ambos nos dimos cuenta de los cambios realizados en la ambientación de la sala desde el primer segundo en que entramos en ella. La inclusión de algunos elementos electrónicos le daban a la habitación un toque futurista que contrastaba con la esencia tradicional del laboratorio que ya conocíamos. Además, la conexión entre salas estaba más mimetizada con el entorno, lo que sin duda favorece al factor sorpresa cuando el acceso entre ellas se abra para los jugadores. Al menos para los menos experimentados... Los que llevamos muchas salas podemos olernos este tipo de cosas. ¡Bendita inocencia de los novatos!
Mientras que antes se trataba de una sala cien por cien clásica basada en la apertura de candados, tras las obras han decidido incluir numerosos elementos mecánicos que aportan un toque más dinámico a los juegos. Sin embargo, el número de cambios realizados en los enigmas propiamente dichos no es, ni de lejos, suficiente para que la sala sea rejugable por todos aquellos que ya la hayáis hecho. En vista de ello, dejamos que tanto Manu como Paco llevasen la voz cantante durante la mayor parte de la experiencia mientras María y yo los observábamos desde fuera comentando entre susurros la jugada. ¡Fue lo más cerca que hemos estado de ser Game Master en una sala de escape!
Al poco de empezar a investigar por todos y cada uno de los rincones del laboratorio, llegamos a un punto muerto en el que no sabíamos cómo continuar. Por suerte, si os pasa como a nosotros, tendréis la oportunidad de comunicaros con una mente prodigiosa que os ayudará en vuestra labor de salvar a la humanidad. ¡Pero cuidado! No podréis pedirle pistas infinitas, entre una y otra deberán pasar al menos cinco minutos, que las mentes prodigiosas también necesitan ir al baño y esas cosas... ¡Así que pensad bien cuándo necesitáis esa ayuda extra!
A lo largo de los sesenta minutos que dura la experiencia, encontraréis más de un juego relacionado con la química, pero que no cunda el pánico: no tenéis que controlar dicha ciencia para poder resolver los enigmas. ¡Solo hace falta observar bien y conectar unos datos con otros! Es cierto que si no estáis muy acostumbrados a ver tablas periódicas, fórmulas químicas y compuestos raritos puede resultar un tanto abrumador al principio. ¡Calma! Veréis como al final no es tan complicado como pensabais. De hecho, los dos químicos del grupo apenas dijimos ni mú mientras Manu y Paco lo fueron resolviendo prácticamente todo sin nuestra ayuda (y ya os decimos que la química y ellos... malamente, trá, trá).
Además de este tipo de juegos de carácter matemático y/o científico, os tendréis que enfrentar a alguna que otra prueba de habilidad pura y dura. ¡Paciencia! Recuerdo que la primera vez que estuve allí pude estar cerca de diez minutos tratando de terminar una de ellas. Por suerte, a Paco se le dan mejor este tipo de cosas y tardamos mucho menos que lo que tardé yo aquel día. También nos gustó un momento de cacharreo que, para los que no estéis habituados a trabajar en un laboratorio, puede resultar muy divertido.
En definitiva, se trata de una sala lineal recomendada para grupos no muy numerosos o incluso parejas con algo de experiencia a sus espaldas. El tamaño de la misma no es muy grande y hay pocas cosas que se puedan hacer al mismo tiempo, por lo que si sois muchos es probable que algunos os tengáis que quedar de brazos cruzados mientras los demás hacen el resto. Por cierto, cuidado con los zombis... ¡Les encanta acechar al personal mientras trabaja!
¿Lo conseguimos?
Gracias a que la mitad del equipo ya teníamos experiencia en este peculiar laboratorio, nos resultó menos complicado conseguir nuestra misión a tiempo que la primera vez que estuvimos allí. Sin embargo, no se trata de una sala sencilla y requiere de mucha lógica y observación para ir superando todos los enigmas. ¡Chupaos esa, zombis!
Al terminar, estuvimos charlando un rato con Antón sobre las impresiones que nos llevamos de la sala y las mejoras que se podrían incluir para hacerla todavía mejor de lo que es. Algunos de nosotros (me incluyo, of course) somos muy fans de la temática zombi y echamos en falta llevarnos algún que otro susto o que en algún momento se nos pusiese la piel de gallina al tener que enfrentarnos a algún juego. ¡Sí, somos así de intensitos! Por último, nos hicimos la foto final de grupo y disfrutamos de un merecido refresco mientras compartíamos experiencias escapistas con otros Game Masters de la franquicia con los que nos encontramos a la salida. ¡Muchas gracias por todo, foxies!
Valoración y puntuaciones
- A destacar: La inclusión de juegos mecánicos en la sala que, aunque no son muchos, le da un pequeño toque futurista al laboratorio. El briefing inicial, siempre es un punto a favor que te introduzcan en el juego por medio de la teatralización. El detalle de ofrecer una bebida al jugador al final de la partida, parece una tontería, pero marca la diferencia con respecto a otros locales de la capital.
- A mejorar: Puestos a darle un lavado de imagen, habríamos aprovechado para ir más allá e incluir un mayor número de elementos que aportasen tensión a la sala, sobre todo en la última parte del juego, la cual podría ser más intensa teniendo en cuenta su temática. Quizá también habríamos cambiado algunos de los juegos para que pudiese ser rejugable; ya que se hacen obras, que al menos sirva también para que quien haya hecho la sala pueda volver a hacerlo.
Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor
Datos de contacto:
Calle Infantas 25. 28004 Madrid
691 666 715 / 910 409 282
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