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'La Navaja de Ockham', La Abadía Perdida (Febrero 2020, Logroño)

Adentraos en esta antigua abadía cisterciense del siglo XIV y encontrad el segundo libro de Poética de Aristóteles cuyo contenido detendrá el sistema de destrucción que protege el edificio.




  • Nombre de la empresa: La Abadía Perdida

  • Nombre de la sala: La Navaja de Ockham

  • Número de jugadores: 2-5 personas (sin opción a combate)

  • Precio: 60-100€ por sala (en función del número de jugadores)

  • Duración: 70 minutos


Una noche de finales de enero, mientras hacía zapping con el mando de la televisión, me topé con el programa de Esperanza Gracia. Aunque no suelo hacer mucho caso a esto de los horóscopos, era el turno de mi signo del zodíaco y no había nada mejor que ver, por lo que decidí prestar algo de atención. Tras una serie de datos sin importancia, hizo gran hincapié en que no tardaría en vivir grandes aventuras relacionadas con el pasado. Algo a lo que, por supuesto, no di mayor importancia. Sin embargo, a la mañana siguiente sonó el teléfono...


Al otro lado respondió un empleado del departamento de Patrimonio Histórico Artístico. Hablaba tan rápido y con tanta energía que apenas pude enterarme de lo que estaba sucediendo. Tan solo capté las siguientes palabras: hallazgo histórico, abadía del siglo XIV y Logroño. Tras colgar el teléfono, cogí las llaves del coche, reuní a Cris y Manu (los otros dos expertos arqueológicos miembros del equipo Escapaditos) y pusimos rumbo a la capital riojana. ¿Qué habrían descubierto que parecía tan importante?


La reserva


Si vosotros también sois especialistas en la materia, tened por seguro que miembros del departamento se pondrán en contacto con vosotros personalmente. Sin embargo, si no sois muy duchos en la materia pero queréis formar parte del equipo de apoyo como voluntarios, tenéis que alistaros en la web de La Abadía Perdida. Una vez allí, tendréis que elegir qué día y a qué hora podrán contar con vuestros servicios, así como el número de miembros que conformará vuestro equipo de búsqueda.


Una vez hecho esto, se os dará la opción de abonar un anticipo de 40€ o pagar la tarifa al completo. Sabemos que estáis rindiendo un servicio a la comunidad y que, por tanto, no se os debería cobrar por ello, pero entended que la ganancias si conseguís sacar a la luz el descubrimiento serán mucho mayores y el departamento de Patrimonio Histórico Artístico, por supuesto, os recompensará como merecéis.


Cabe destacar, además, lo bien integrada que está la página web que La Abadía Perdida pone a vuestra disposición en la temática de la sala. En ella encontraréis más detalles acerca de la historia, así como otros datos de gran importancia, acompañados de una serie de pinturas y grabados antiguos que son toda una delicia. ¡Una carta de presentación realmente cuidada!


Local, historia y objetivo


El local de La Abadía Perdida se encuentra en pleno centro de la ciudad, muy cerca del Ayuntamiento y otros sitios de interés como La Frikilería, la tienda de cómics FRIKOMICS o Universal Friki Shop, donde recibimos una masterclass exprés acerca de la imitación de Funkos de edición limitada. ¿Frikis nosotros? ¡Para nada! Lo bueno de una ciudad como Logroño es que, una vez estéis por el centro, todo os quedará a pocos minutos andando, por lo que no tendréis ningún problema en llegar de un sitio a otro a pie. Además, por si os quedáis con ganas de más, en los alrededores encontraréis muchos otras salas de escape. ¡A Logroño se viene a jugar!


Una vez terminada nuestra tarde de turismo friki (y con más de una bolsa llena de compras en nuestro poder), nos dirigimos hacia la dirección del local. Como ya estábamos avisados, no nos resultó extraño encontrarnos con un taller de vidrieras artísticas en su lugar, algo que, sin duda, consiguió aumentar esa sensación de habernos trasladado a una época pasada en la que las catedrales, iglesias y otros edificios eclesiásticos estaban a la orden del día.


A la hora exacta, llamamos al timbre y Julián, uno de los dueños, vino a recibirnos a la puerta. Con una calma propia del abad más experimentado, nos condujo a través del taller hasta un baúl en el que dejamos nuestras cosas. Acto seguido, y rodeados de impresionantes cristales repletos de colores y piezas artesanales, nos contó que durante la remodelación de aquel taller se toparon con un antiguo muro de piedra y una desvencijada caja de madera que contenía unos misteriosos documentos. Por supuesto, avisaron al departamento de Patrimonio Histórico Artístico, quienes les comunicaron que aquel muro de piedra formaba parte de una antigua abadía cisterciense del siglo XIV cuya orden se encargó de proteger, mediante una serie de mecanismos, la información que contenían aquellos documentos. Por esa razón, habían contactado con nosotros, sus mejores especialistas, con el objetivo de encontrar en el interior de la abadía el segundo libro de Poética de Aristóteles e interpretar el código que custodiaba en su interior y que detendría el sistema de destrucción del edificio.


Ambientación y juegos


La ambientación de La Navaja de Ockham es, sencillamente, espectacular. Ya no solo por lo bien recreado que está el escenario, una abadía del siglo XIV, sino porque además la mayoría de decorados y elementos que usaréis durante vuestra partida han sido elaborados de forma artesanal por los dueños del local. Es de esas salas en las que, cuando entras, sientes el cariño y esfuerzo que han dejado en ella las personas que se han encargado de su nacimiento y desarrollo. ¡Y eso mola mucho! Además, gracias a que Julián y Susana han conseguido plasmar en ella parte de la esencia que envuelve a su taller de vidrieras, el hecho de que la sala se encuentre en la parte de atrás del edificio cobra un gran sentido.


Por supuesto, la abadía esconde muchos rincones secretos y la ambientación ha sido cuidada al extremo en todos ellos. El acceso de unos espacios a otros es sumamente original en algunos casos (os quedaréis con la boca abierta) y divertido en otros (lo pasamos como niños con uno de los elementos que servía de transición entre salas). Además, cada elemento decorativo que encontréis forma a su vez parte de un juego, por lo que realmente tendréis la sensación de encontraros en mitad de un importante hallazgo histórico en el que pasarlo en grande. ¡Nosotros nos sentimos como si fuésemos los protagonistas de El nombre de la rosa! Todo es tan realista que es posible que en alguna ocasión os parezca estar siendo observados por los abades que alguna vez habitaron allí.


En cuanto a los juegos, la abadía está repleta de mecanismos que tendréis que activar a la antigua usanza. ¡Recordad que estáis en el siglo XIV! Apenas encontraréis candados y la naturaleza de los enigmas está diseñada de forma que la sala se divida en dos partes claramente diferenciadas. Una mucho más cerebral y la otra más física (tranquilos, no nos referimos a hacer gimnasia ni nada por el estilo). En la primera de ellas tendréis que hacer uso de la lógica pura y dura, pararos a pensar e ir resolviendo los acertijos con calma. Encontraréis un montón de información (escrita y visual) que, como nos pasó a nosotros, os sonará a chino y tendréis que releer varias veces hasta que vaya calando hondo en vosotros. Y, por si eso fuera poco, os toparéis con elementos más antiguos que Jordi Hurtado. No os agobiéis y tomaros el tiempo que necesitéis en esta zona. ¡Lo divertido de esta parte es que aprenderéis jugando y eso siempre merece la pena!


La segunda parte, y como si se tratase de una recompensa por haber sido aplicados en la zona anterior, es casi como un parque temático. Fue aquí donde encontramos nuestros juegos favoritos, pues a su vez nos fueron descubriendo zonas en las que pasarlo en grande. Siempre manteniendo el foco en nuestra misión, por supuesto… Para avanzar tendréis que hacer uso de vuestros sentidos, intuición e, incluso, de vuestro propio cuerpo. Es muy importante que os dividáis el trabajo, pues hay muchas cosas que hacer al mismo tiempo y elementos ocultos que ir descubriendo. Además, la comunicación entre los miembros del grupo será vital en algunos puntos del juego, pues no todos contaréis con la misma información y la combinación de datos y hallazgos será la clave para que encontréis el Segundo Libro de Poética de Aristóteles y descifréis el código de su interior. Únicamente nos chirriaron un par de juegos que, para nuestro gusto, resultaban demasiado tecnológicos teniendo en cuenta lo antiguo y artesanal que parecía el resto de la sala.


En definitiva, se trata de una sala de dificultad media llena de sorpresas en la que disfrutaréis descubriendo rincones ocultos y resolviendo la gran mayoría de sus enigmas. Además, estamos seguros de que saldréis de allí siendo más sabios que cuando entrasteis y con una sensación de paz en vuestro interior que ya querría el Papa. En cuanto al número de jugadores, por espacio al comienzo de la partida y por la naturaleza de los juegos en la segunda, creemos que más de cuatro personas no disfrutarían tanto como grupos más reducidos. ¡Esta abadía hay que saborearla al máximo!


¿Lo conseguimos?

Pues sintiéndolo mucho, sí, lo conseguimos… Y decimos lo de “sintiéndolo mucho” porque nos habríamos quedado en aquella abadía toda la noche. Salimos tan encantados que nos habría gustado poder rebobinar el tiempo para volver a empezar. ¡Si es que tenemos almas de abad!


A la salida, estuvimos un buen rato compartiendo impresiones con Julián y Susana y, si la sala nos había enamorado por completo, con ellos nos iríamos al fin del mundo. ¡Son adorables! Nos estuvieron contando varios secretos de la abadía (sí, más aún) y aprovechamos para contarnos mutuamente nuestra experiencia como escapistas. Después de varios minutos, nos despedimos de Susana y Julián nos acompañó a la entrada del taller para hacernos una de las fotografías más bonitas y cuidadas que nos han hecho en un Escape Room.


Las capuchas siempre nos quedan como un tiro, pero nos hace ilusión seguir intentándolo

Por último, antes de marcharnos, Julián nos hizo entrega de un detalle muy original y nos pidió nuestra dirección postal para enviarnos una sorpresa. Precisamente hace unos días, nos llegó a casa un diploma de aspecto antiguo con nuestro nombre de equipo a modo de recordatorio. ¿Son para comérselos o no?


Valoración y puntuaciones


- A destacar: La naturaleza artesanal de la mayoría de escenarios y elementos que encontraréis en el interior de la abadía; el detalle de hacer entrega de unos guantes al comienzo de la partida para no clavarnos astillas al manipular la madera (esto es opcional); lo bien integrados que están la mayoría de los juegos tanto en la temática de la sala como en la ambientación de la misma; la oportunidad que se brinda al jugador para aprender a utilizar artefatos antiguos al tiempo que te lo pasas en grande; los accesos de unas salas a otras y lo bien que está aprovechado el espacio.


- A mejorar: Hubo un par de elementos que nada tenían que ver con la época en la que está basada la sala, elementos que además forman parte de algunos juegos. Creemos que desentonan bastante teniendo en cuenta lo bien integrado que está todo lo demás.



Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor



Datos de contacto:


644 52 98 08

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