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'El Tesoro de Guille el Tuerto', The Riddle Society (Abril 2019, Madrid)

Actualizado: 22 ene 2020

Forma parte de la pandilla de amigos de Los Goonies y sigue las pistas de un misterioso mapa pirata para hacerte con el tesoro y evitar que todos tus vecinos pierdan sus casas.



  • Nombre de la empresa: The Riddle Society

  • Número de jugadores: 2-6 personas (sin opción a combate)

  • Precio: 50€ - 90€ por sala (en función del número de jugadores)

  • Duración: 60 minutos


Si tuviese que hacer una lista de las cosas que Fer, Manu y Paco tienen en común, lo primero que se me vendría a la cabeza es que son tres apuestos muchachos con mucho sentido del humor y un corazón tan grande que no les cabe en el pecho. Conociéndoles más en detalle aprendí que a los tres les gustan los videojuegos, las películas de superhéroes, los pokémon y, por supuesto, los Escape Room. Más allá de esta lista de aficiones frikis que comparten, resulta que los tres también tienen en común que de niños crecieron viendo una y otra vez la película de aventuras Los Goonies soñando que formaban parte de la pandilla de amigos que iba en busca del tesoro de "Willy, el Tuerto" mientras huían de la familia de mafiosos Fratelli.


Con estos antecedentes, os podéis imaginar la ilusión de todos ellos cuando se enteraron (hace ya mucho tiempo) de que una nueva sala había abierto sus puertas en Madrid para recrear el universo de Los Goonies. Por fin, tras cuadrar las agendas en el mes de abril, nos pusimos rumbo a The Riddle Society y, aunque no estábamos seguros de si conseguiríamos hacernos con El Tesoro de Guille el Tuerto, de lo que no había duda era de que ellos tres disfrutarían como enanos intentándolo.


La reserva


La reserva la realizó Fer a través de la página web, donde encontraréis una larga descripción de la historia que hay detrás de la sala, así como algunos datos a tener en cuenta como el número de jugadores permitido o que será necesario llegar al local con diez minutos de antelación respecto a la hora elegida. Por último, se deberá abonar una señal de 25€ en el momento de hacer reserva, pudiendo pagar el resto en efectivo o con tarjeta el día que vayáis a jugar.


Local, historia y objetivo


El local se encuentra en la zona de Madrid Río, a escasos minutos andando de Matadero y de las paradas de metro de Marqués de Vadillo (Línea 1) y Legazpi (Líneas 3 y 6). En esta ocasión, tanto Fer como yo fuimos en nuestros respectivos coches y no tuvimos problemas en aparcar en las calles cercanas al local, las cuales además no tienen el estacionamiento regulado (es decir, son zona blanca). Tras reponer fuerzas después de un duro día de trabajo merendando azúcar en cantidades ingentes (sospechamos que hay una alianza entre las pastelerías Granier y los locales de Escape Room para abrir unos al lado de los otros), nos dirigimos al local de The Riddle Society, el cual encontramos rápidamente gracias al letrero situado sobre la entrada principal. Llamamos a la puerta y enseguida salió a recibirnos Edu, quien nos acompañó hasta el hall y nos indicó que sería nuestro Game Master aquella tarde. Guardamos nuestros objetos personales en las taquillas dedicadas para ello y rellenamos la (ya archi-conocida) hoja de protección de datos mientras unos curiosos viandantes llamaban al timbre y preguntaban a Edu acerca de las actividades del local. Por lo que pudimos escuchar, creemos que iban bastante desencaminados sobre lo que había en el interior, pero mejor no entramos en detalles que estamos en horario infantil... No pudimos evitar partirnos de risa al presenciar un malentendido tan surrealista. ¡Menuda forma de romper el hielo!


Una vez Edu volvió a reunirse con nosotros, nos explicó de manera detallada las principales reglas que debíamos seguir en el interior de la sala, las cuales no diferían de la mayoría de Escape Room: no usar la fuerza, ignorar todo lo que esté a gran altura, no tocar determinados elementos, etc. Tras confirmarle que habíamos entendido todas ellas y que no teníamos dudas, nos sorprendió bastante que lo siguiente que hiciese fuera entrar dentro de la sala con nosotros para repasar las reglas, darnos algunas nuevas y señalar algunos elementos para mostrarnos físicamente qué no debíamos tocar (más teniendo en cuenta que nos había preguntado previamente por nuestra experiencia y sabía que teníamos muchas salas a nuestras espaldas). Somos partidarios de que siempre se expliquen las reglas a los jugadores antes de entrar a la sala por mucha experiencia que tengan; sin embargo, creemos que en esta ocasión la repetición excesiva de las reglas y la entrada del Game Master en la sala, eliminando cualquier factor sorpresa inicial, hicieron que la inmersión y la experiencia durante los primeros minutos no fueran demasiado positivas.


Finalmente, antes de dejarnos solos, el Game Master nos explicó por qué estábamos allí: estando una tarde aburridos, subisteis al desván a investigar entre una gran variedad de objetos antiguos y extraños. Tras un cuadro roto descubristeis un mapa que indica la ubicación de un supuesto tesoro perteneciente a un pirata conocido como "Guille el Tuerto", que desapareció con su tripulación siglos atrás después de cometer un gran robo. Encontrar ese tesoro supondría el fin de todos vuestros problemas financieros y evitaría que os echasen de vuestras casas. Pero cuidado, porque los Fratelli​, una familia de atracadores, también va tras el botín y no serán un enemigo fácil.


Ambientación y juegos


La sala en la que nos encontrábamos tenía una ambientación sencilla y, quizá por no haber visto la película anteriormente o por haber estado un poco despistada durante la explicación de la historia (mi cabeza seguía dándole vueltas a lo que había ocurrido unos segundos antes), me costó saber en qué tipo de estancia nos encontrábamos y cómo o por qué habíamos llegado hasta allí. Por suerte, El Tesoro de Guille el Tuerto es una de esas salas que, en cuanto a nivel de ambientación, van de menos a más a medida que avanzas en la historia y guarda algunas sorpresas que, especialmente a los jugadores con menos experiencia, dejará boquiabiertos. Aunque a nivel de funcionamiento no tuvimos prácticamente ningún problema con los elementos con los que interactuamos en la sala, el estado de alguno de ellos podría mejorarse tanto por desgaste como por ser demasiado sencillos y desentonar con el resto de elementos de alrededor.


En cuanto a los juegos, se trata de una sala que combina de manera equilibrada y muy acertada los juegos clásicos con mecanismos tecnológicos. Si además tenéis en cuenta que se trata de una sala con un número de enigmas bastante elevado respecto a lo habitual, el resultado es un amplio abanico en el que no faltarán los candados, los puzzles de resolución lógica, los mecanismos ocultos y los juegos que pondrán a prueba varios de vuestros sentidos. Los chicos disfrutaron especialmente con uno de ellos ya que, según me dijeron, rememoraba uno de los momentos más característicos de Los Goonies. ¡Tanto fue así que tuvieron que ponerse de acuerdo en quién de ellos lo resolvía porque todos querían hacerlo!


El Tesoro de Guille el Tuerto es una sala de dificultad media-alta, no tanto por la complejidad de los enigmas en sí (ya que eran intuitivos y muchos de rápida resolución), sino por el gran número de ellos que hay. Si no queréis volver a casa con las manos vacías, será imprescindible que os dividáis y trabajéis en varios grupos a la vez, por lo que es una oportunidad perfecta para equipos con experiencia de 4 jugadores o equipos de 5-6 personas con alguna que otra sala a sus espaldas. Creednos cuando os decimos que hay trabajo para todos, ya que se trata de una sala muy poco lineal en la que en prácticamente todo momento pueden resolverse varios juegos en paralelo y que continuamente os demandará guardar objetos para más adelante o utilizar otros con los que llevéis tiempo cargando. Además, si en vuestro grupo de escapistas contáis con un buen rastreador, no olvidéis llevároslo con vosotros. Si no fuera por el Game Master aún seguiríamos allí dentro buscando un determinado objeto...


Y precisamente hablando de la comunicación con el Game Master dentro de la sala, ésta se hace a través de un sistema de pantallas en la cuales podréis ver el tiempo y recibir pistas o ayuda. A pesar de que nunca tenemos inconveniente en que los Game Master nos den pistas sin haberlas pedido antes, nos sorprendió bastante que en un par de momentos determinados del juego en la pantalla se mostrara que habíamos alcanzado un checkpoint y ésta se llenara literalmente de información acerca de los enigmas que teníamos a medias y pequeños consejos o pistas de cómo resolver cada uno de ellos. Entendemos que se trata de una sala con cierto nivel de dificultad y muchos elementos que resolver al mismo tiempo, pero recibir tanta información a la vez nos resultó por un lado abrumador y por otro le restó diversión, ya que nos sentimos excesivamente conducidos por el Game Master.


¿Lo conseguimos?

Dividirnos en todo momento terminó dando sus frutos y, tras conseguir resolver de manera correcta un original juego final, llegamos a tiempo hasta el tesoro de Guille el Tuerto y pudimos salvar a todo nuestro vecindario. ¡Detengan los camiones de mudanza que nadie va a moverse de sus casas!


¡Menudos modernos están hechos los piratas de hoy en día! ¡Con aire acondicionado en el barco y todo!

Valoración y puntuaciones


- A destacar: El amplio tamaño que tiene la sala y la ambientación en varios momentos. Buen equilibrio y variedad en cuanto a los tipos de juegos, así como el número elevado de los mismos, ya que no hay muchas salas que tengan tantos juegos.


- A mejorar: La ambientación en la fase inicial del juego y el acabado o estado de algunos de los elementos decorativos. La política relativa a las intervenciones del Game Master, ya que resultó excesiva y en algunos momentos un poco agobiante (tanto durante la explicación de las reglas dentro de la sala como a la hora de dar pistas). La foto final, ya que tienen un espacio idóneo para hacerla y no lo aprovechan.



Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor



Datos de contacto:


Calle Esteban de Arteaga, 5, 28019 Madrid

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