Tras la muerte del paciente 405, tendréis la oportunidad de volver al principio de la historia y poner fin a los siniestros experimentos que acabaron con su vida. ¿Seréis capaces de cambiar su destino?
Nombre de la empresa: Sanatorium
Nombre de la sala: El Origen
Número de jugadores: 4-10 personas (sin opción a combate)
Precio: 88-150€ por sala (en función del número de jugadores)
Duración: 75 minutos
Se acercaba el puente de mayo y con él nuestra ansiada escapada a Alicante. Hacía tiempo que no nos pasábamos por allí, así que nos apetecía aprovechar los días de vacaciones para visitar a familiares y amigos de la zona, además de celebrar mi cumpleaños y el de mi pareja (sí, estamos sincronizados hasta para nacer).
Tratándose de dos adictos a los Escape Room, no se nos ocurrió mejor forma para hacerlo que visitando el espeluznante Sanatorium. Tras reunir a un grupo de ocho valientes, la mayoría de ellos novatos o con poca experiencia en el tema, nos pusimos manos a la obra.
La reserva
Se lleva a cabo a través de la página web, en la que no encontraréis demasiada información sobre lo que os depara la experiencia una vez atraveséis las puertas de Sanatorium. Si algo tiene El Origen es que la intriga está asegurada desde el primer momento.
Una vez hayáis elegido el día y la hora, podréis seleccionar también el número exacto de jugadores. Para hacer efectiva la reserva tendréis que realizar un depósito de 30€, pagando el resto en el local. De esta forma podréis sumar algún valiente más a vuestro grupo siempre y cuando no superéis el límite de diez personas. Es importante tener en cuenta que tendréis que pagar en efectivo y llevar la cantidad exacta, de lo contrario no os devolverán la diferencia. ¡Así son las reglas del juego!
Local, historia y objetivo
El local se encuentra en el barrio de la Florida Baja, haciendo esquina con la calle Hércules. Si no queréis ir en coche, contaréis con un autobús que sale desde el centro de Alicante y os dejará a dos minutos andando de la puerta. Nosotros no tuvimos problemas en encontrar sitio, pero no parece una zona sencilla para aparcar. La entrada al Sanatorium llama la atención desde fuera, por lo que estamos convencidos de que no tendréis ningún problema en encontrarla. Sin desvelar nada importante, os diremos que el juego comienza mucho antes de llegar allí, así que no es de extrañar que se respirase cierto nerviosismo en el ambiente por lo que nos pudiese esperar al otro lado de la puerta. Llegada la hora en punto llamamos al timbre y cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos 100% metidos en la historia.
Allí nos recibió Nacho, un inquietante enfermero que nos condujo hasta una pequeña habitación donde nos explicó las normas básicas del juego haciendo uso de sus dotes interpretativas. ¡Qué mal rollo daba todo en ese sitio! Acabábamos de entrar y ya queríamos irnos de allí. Tras un par de bromas sobre agujas e inyecciones (muy de médicos, ya me entendéis...), Nacho nos condujo hasta la puerta de la sala donde comenzaría el juego. Esta vez no existía una historia inicial, la iríamos descubriendo a medida que avanzásemos en él. ¡Había más misterio alrededor del paciente 405 que en las películas de Antena 3!
Ambientación y juegos
Desde que entras en el local la ambientación es simplemente espectacular. La iluminación, los elementos decorativos, la música de fondo... Todo hacía pensar que nos encontrábamos en el interior de un hospital nada acogedor. Llama también la atención el tamaño del sitio, contando con dos plantas íntegramente destinadas al transcurso del juego. ¡Con razón es considerado uno de los Escape Room más grandes de España! Si yo creo que se podía jugar hasta en los baños.
Por supuesto, el comienzo tampoco es habitual (¿para qué, si podemos dejar a los jugadores con la cara más descompuesta aún?) y lo que sucederá será decisivo para la primera parte de la sala, en la que será de vital importancia la colaboración en grupo. Además tendréis que poner en funcionamiento los cinco sentidos si queréis salir de allí, dejando a un lado el miedo a hacer lo que el cuerpo os pida que hagáis en un momento determinado (todavía recuerdo la cara de mis compañeros cuando... schhh).
Superada esta fase inicial, iréis recorriendo las diferentes alas del hospital como si fueseis los protagonistas de un filme de terror. Por el camino no solo encontraréis un gran número de juegos, sino que los habrá para todos los gustos. Aunque al principio se trata de enigmas algo más lógicos y tradicionales basados en la observación y apertura de candados, desde la mitad del juego hasta el final del mismo os tendréis que enfrentar a otros más físicos donde os lo pasaréis como niños. La observación y vuestro propio cuerpo serán herramientas más que necesarias para ir superando obstáculos, dejando el miedo a ser descubiertos lo más atrás posible. Porque sí, entre juego y juego habrá partes teatralizadas donde los Game Master, metidos en su papel, darán sentido a la historia aportando una buena dosis de tensión y algún que otro susto. Su papel será tan fundamental que sentiréis que forman parte activa del grupo. ¡Ismael como el paciente 405 es inmejorable!
Me gustaría destacar también la parte final del juego, en la que la ambientación nos volvió a sorprender por el choque visual que supuso con respecto a las habitaciones anteriores. Quizá los juegos aquí eran algo más tradicionales que en el resto de salas, pero estaban tan bien integrados en la decoración y en lo que se supone que sucede en la vida real en ese tipo de lugares que me dejó con muy buen sabor de boca. Por no hablar de esa última escena en la que tendremos que poner toda la carne en el asador para poner fin a los experimentos que tienen lugar en Sanatorium. ¡Digno de película!
En cuanto a la dificultad de los juegos, no son excesivamente complicados, pero hay muchos y muy originales, por lo que os aseguro que por muchos que seáis no sobrará nadie en el equipo. Seguramente habrá alguno de ellos que no hayáis visto nunca en ningún otro sitio, por lo que tendréis que tener la mente abierta y, sobre todo, recordar que sois un grupo y que, aunque parezca que una sola persona puede llevarlo a cabo, si ponéis más manos en funcionamiento todo resultará más sencillo.
¿Lo conseguimos?
A pesar de que casi perdemos a un miembro del equipo por el camino y de que en más de una ocasión estuvimos a punto de ser descubiertos por el siniestro enfermero, finalmente conseguimos ayudar al paciente 405 y cambiar el rumbo de la historia salvándole la vida.
Una vez en zona segura, aunque con la adrenalina todavía por las nubes, estuvimos charlando unos minutos con Nacho e Ismael, felicitándoles por su trabajo y lo bien integrado que está el papel de los Game Master en el juego. ¡El pobre Ismael ya no tenía ni voz! Después de hacernos la creepy foto en la salida, nos quitamos las batas de quirófano y volvimos a la vida real. ¡Con lo bien que se estaba ahí dentro, oye!
Valoración y puntuaciones
- A destacar: La ambientación (muy diferente en cada una de las salas y siempre acorde a la temática reflejada en cada una de ellas), el aprovechamiento del espacio (llegaréis a jugar en prácticamente la totalidad del local), la actuación de los Game Master (sin duda alguna, son el eje central de la partida).
- A mejorar: Pocas veces nos pasa, pero no se nos ocurre nada que se pudiera mejorar. La calidad de la sala es tan elevada que cualquier pequeño matiz o punto negativo queda totalmente eclipsado por el resto. ¡Enhorabuena!
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Datos de contacto:
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