Sube a bordo del Dragón Negro, un galeón español del siglo XVI, y recupera el frasco con el elixir de la Eterna Juventud antes de que el navío se hunda junto a su tripulación muerta en el mar de Las Azores.
Si algo apetece en plena ruta escapista por Valencia es hacer una pequeña parada para disfrutar del mar, la arena, la temperatura agradable... ¡Y mucho más si acabas de salvar al mundo mágico de las garras del Señor Tenebroso en Las Reliquias de la Muerte! Ya en su día, María me habló de un sitio idóneo para ello donde, además de relajarnos con una preciosas vistas de las Azores, podríamos volver a casa con un elixir que nos mantendría eternamente jóvenes. ¡¿Dónde hay que firmar?!
El equipo Escapaditos al completo estaba de acuerdo en intentarlo, así que cogimos de nuevo las mochilas y pusimos rumbo a Cronos, una organización experta en viajes espacio-temporales que nos conduciría directos a Las Azores para disfrutar de un buen zumo de frutas bajo el sol. Espera... ¿dónde estamos? Esto no parece una isla... ¡Que alguien nos ayude! ¡Estamos atrapados en un galeón lleno de gente muerta que se va a pique!
La reserva
Para poder reservar vuestro viaje espacio-temporal y probar suerte recuperando ese preciado elixir, tendréis que elegir el día y la hora que mejor os convenga a través de su página web. En ella también podréis seleccionar la dificultad del juego (fácil, normal o difícil), además de introducir otros datos de interés como puede ser el número de salas que habéis jugado anteriormente. Esto es algo cada vez más común entre las empresas de escapismo, pues aporta información previa al Game Master sobre los clientes de modo que pueda adaptar con mayor facilidad la experiencia al jugador llegado el caso.
Una vez hecho esto, tendréis que abonar una señal de 20€ y pagar el resto en el local el día de la partida. Echad un ojo a las tarifas en la página web, pues estas pueden variar dependiendo del día de la semana en que vayáis a jugar. También os digo una cosa: ¿acaso mantenerse joven de por vida tiene precio? Pues eso.
Local, historia y objetivo
El local de Cronos se encuentra en pleno centro de Valencia, concretamente en el conocido barrio del Ensanche, a un par de calles de distancia del local de The Room Escape del que acabábamos de salir. Si vais en transporte público, las estaciones de metro más cercanas son Xátiva (Líneas 3, 5 y 9) y Bailén (Líneas 0 y 7), una opción más que recomendable teniendo en cuenta que aparcar por la zona puede llegar a ser realmente complicado.
Una vez llegada la hora, llamamos al timbre y nos recibió un miembro de la organización que, a partir de ese momento, se convertiría en nuestro Game Master. Tras dejar nuestras cosas en las taquillas, nos indicó que tomásemos asiento y pasó a explicarnos las normas básicas de la sala, las cuales seguro que ya conocéis de sobra. A continuación, entró más en materia y nos comentó que tendríamos dos misiones. La primera de ellas consistía en viajar al año 1589, hasta el interior del Dragón Negro, un galeón español proveniente del Nuevo Mundo que por entonces llevaba a bordo un frasco con el elixir de la Eterna Juventud en su interior. Si conseguíamos encontrarlo antes de que el buque se fuese a pique cerca de las Azores, evitaríamos que Felipe II y la Santa Inquisición se hicieran con tan preciado objeto. De lo contrario, el mundo cambiaría para siempre...
La segunda misión, totalmente opcional, era algo más enrevesada: los últimos siete tripulantes del barco habían sido asesinados. De nosotros dependía resolver aquel entuerto al más puro estilo Agatha Christie y elaborar un informe sobre lo ocurrido. Si conseguíamos todo aquello en menos de 45 minutos, nos convertiríamos en miembros honoríficos de la organización. Como tal, se nos daría la oportunidad de abrir una misteriosa caja al salir y quedarnos todo lo que encontrásemos en su interior. ¿Lo conseguiríamos?
Ambientación y juegos
Generalmente, la primera impresión que el jugador se lleva de un Escape Room es muy visual. Sin embargo, esta vez la sala nos entró por la nariz en lugar de por los ojos. Nada más poner un pie dentro del galeón, detectamos un intenso olor a madera logrando así un efecto inmersivo muy acertado. La sensación de encontrarnos en el interior de un barco fue muy real, tanto que casi nos parecía escuchar el sonido del mar al otro lado de las paredes del navío. La ambientación está muy cuidada y cuenta con varios detalles que hacen referencia a la vida que podían llevar sus tripulantes, incluido el capitán, antes del desastre. Además, la apariencia de galeón antiguo está muy conseguida y cuentan con un efecto muy visual que os advertirá, llegado el momento, de que vuestro tiempo se está acabando. ¡Sálvese quien pueda!
Las habitaciones que iréis recorriendo no son muy grandes, pero el espacio está muy bien aprovechado y, además de los juegos y enigmas que podáis encontrar, os iréis topando con objetos y textos que os darán pistas sobre la misión secundaria. En cualquier caso, saber distinguir qué sirve para qué es muy intuitivo. Ambas misiones se pueden ir haciendo al mismo tiempo, por lo que si sois un grupo numeroso y con experiencia, quizá prefiráis repartiros el trabajo. Nuestra recomendación es que primero intentéis dar con el elixir y, posteriormente, trabajéis en equipo para descubrir qué pasó con la tripulación. De esta forma conseguiréis enteraros de toda la partida y podréis disfrutar de la resolución de todos los juegos. Esto no quiere decir que tengáis que olvidaros de esa otra misión hasta el final, de hecho os servirá de ayuda ir reteniendo algunos datos clave a medida que jugáis la principal para que después os resulte más sencillo llevarla a cabo. Eso sí, si queréis completarlo todo dentro de esos 45 minutos de los que os hablábamos al principio, lo mejor es repartiros las misiones entre dos equipos.
Los juegos de la misión principal no son complicados, a excepción de algún enigma final que quizá os lleve algo más de tiempo, sobre todo si no estáis acostumbrados a interpretar según que elementos. Todos ellos son de carácter tradicional, es decir, están basados en la apertura de candados, ya sea mediante llaves (hubo una en concreto que nunca habíamos usado y nos pareció realmente curiosa) o la introducción de códigos numéricos. Esto no quiere decir que os pueda resultar monótona o aburrida por la falta de mecanismos (pensad que estáis en pleno siglo XVI), pues la forma de llegar hasta las soluciones son bastante entrentenidas. Es importante también que miréis bien por todos lados, pues parece que hay menos elementos de las que realmente vais a encontrar, así que estad atentos a todo lo que os rodea. Como consejo, es preferible que no mováis mucho de sitio los elementos y textos que vayáis encontrando a lo largo de la partida, de lo contrario es muy posible que la misión secundaria se os atragante. Nosotros fuimos muy cuidadosos en ese aspecto y, aún así, resolver aquel galimatías sobre quién había matado a quién nos pareció más rebuscado que la sala en sí.
En definitiva, se trata de una sala donde la decoración favorece mucho a la inmersión del jugador, creando la sensación de encontrarte en alta mar. Además, esa segunda misión opcional es un grado más de dificultad que, sobre todo jugadores con experiencia, agradecerán.
¿Lo conseguimos?
Encontrar el elixir fue relativamente sencillo, pero rellenar el informe sobre lo sucedido en aquel barco fue harina de otro costal. Cuando llegamos a los 45 minutos, ya teníamos el brebaje en nuestro poder, pero todavía nos quedaban algunas dudas sobre los asesinatos que habían tenido lugar en el galeón, por lo que decidimos apurar hasta el final para intentar resolverlo. ¡Lástima que solo tuviésemos un par de nombres intercambiados!
Antes de irnos, nos hicimos la foto grupal y celebramos nuestra victoria brindando con una bebida corporativa aderezada con unas gotitas de ese preciado elixir. ¡Tendríais que ver nuestra piel ahora!
Valoración y puntuaciones
- A destacar: Ese primer golpe olfativo a madera que nos metió en situación desde el minuto uno; la inclusión de una misión secundaria de carácter detectivesco, algo muy atractivo para los amantes de las novelas policiacas; ese brindis final que nos supo a gloria. ¡Realmente refrescante!
- A mejorar: Ya que el carácter de la sala es tan tradicional, incluiría algún juego físico más para que todavía fuese más dinámica y le diese un toque novedoso con respecto al resto de enigmas; podría ser más realista si, a modo de ambientación, se incluyesen elementos que indicasen que en aquel barco había tenido lugar una serie de asesinatos, más allá de los objetos que dan pistas sobre qué les llevó a matarse uno a otros.
Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor
Datos de contacto:
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