Un concepto diferente de Escape Room que nos devuelve a la esencia de sus orÃgenes en Budapest. ¿Te atreves a enfrentarte a una sala totalmente en blanco y pistas limitadas?
Nombre de la empresa: Escape College
Nombre de la sala: The White Room
Número de jugadores: 2-6 personas (sin opción a combate)
Precio: 50-90€ por sala (en función del número de jugadores)
Duración: 60 minutos
¿Sabéis esa sensación de haber comido demasiado, pero no poder evitar coger un último bombón cuando os ponen la caja delante? Pues algo parecido nos pasó esa tarde. Dejándonos llevar por los atracones tÃpicos de la época navideña y el 25% de descuento que nos ofrecieron los chicos de Escape College si hacÃamos una segunda sala con ellos... ¡decidimos entrar al tercer Escape Room del dÃa!
La reserva
En este caso no fue necesario reservar a través de la página web. Acabábamos de salir de Casino, otro de sus juegos, por lo que nos encontrábamos en el propio local cuando vimos el cartel en el que anunciaban su oferta del 25% de descuento que os comentábamos anteriormente. Tras echar un vistazo a las reservas que tenÃan ya programadas, nos dijeron que quedaba un hueco libre para The White Room, su sala más desafiante hasta el momento. Éramos solo dos y estábamos bastante cansados, pero aún asà no quisimos perder la oportunidad de probarla. ¿Alguna clÃnica de desintoxicación de juegos de escapismo por aquà cerca? Gracias.
Local, historia y objetivo
El local, como ya hemos indicado en alguna reseña anterior, se encuentra en el interior de una galerÃa comercial, cerca de Gran vÃa y Callao (metros más cercanos: Santo Domingo -LÃnea 2 y Callao -LÃneas 3 y 5). Cuando estuvo todo listo, nuestro nuevo Game Master nos condujo hasta la puerta tras la cual se encontraba The White Room. Allà nos avisó de que aquella sala serÃa diferente a todo cuanto habÃamos hecho hasta el momento. ¡Y cuánta razón tenÃa!
Sin historia ni hilo conductor, tan solo tenÃamos un objetivo: escapar. Suena sencillo, ¿verdad? Ingenuos...
Ambientación y juegos
Sin desvelar el por qué, os diré que no pude ser testigo de lo que me rodeaba hasta pasado un tiempo, y es que en la primera parte de esta sala es fundamental la compenetración y colaboración entre los jugadores del equipo para comenzar a jugar. Seguimos pensando que perdimos demasiados minutos en esta fase, unos minutos que posteriormente nos pasaron factura, por lo que enseguida nos dimos cuenta de que si querÃamos lograr escapar tendrÃamos que poner en práctica todos nuestros sentidos. Una vez superado este primer contratiempo, por fin pude comprobar dónde nos habÃamos metido. Se trataba de una habitación blanca, no muy grande, donde apenas habÃa muebles ni ningún otro elemento decorativo que nos diese una pista de por dónde irÃan los tiros. ¡Mira, la clÃnica de desintoxicación que habÃamos pedido!
Al principio nos quedamos un poco helados y sin saber muy bien por dónde empezar. ¡ParecÃa que no habÃa nada! Una vez más, estábamos equivocados. Siguiendo las indicaciones de nuestro Game Master, localizamos el cuadro que nos servirÃa de guÃa durante todo el juego. De repente tenÃamos ante nosotros toda la información necesaria para salir de allÃ, solo tenÃamos que decodificarla. Y aquÃ, amigos, está la gracia de esta sala.
Desde el momento en que nos pusimos a interactuar con la habitación parecÃa que ella respondiese a nuestros estÃmulos, casi como si estuviésemos manteniendo una conversación en la que ella fuese el sistema operativo y nosotros los hackers. Fue divertido ir resolviendo los enigmas planteados, muchos de ellos muy lógicos, siendo necesario hacer uso de nuestras capacidades mentales y matemáticas, y otros bastante fÃsicos y sorprendentes. ¡Pero de dónde ha caÃdo eso! Sin darnos apenas cuenta, Ãbamos encontrando más elementos de los que parecÃa que pudiese haber en un principio. Todo estaba perfectamente escondido y mimetizado con el ambiente. Aquella habitación parecÃa el bolsillo de Doraemon.
Aunque la mayor parte del juego tiene tintes de los juegos de escapismo tradicionales, en la última aparece un elemento tecnológico fundamental para su resolución. The White Room es una sala en la que hay que estar muy despierto, hay muchos enigmas que resolver y muy poco tiempo para ello, por eso es importante saber cuándo pedir pista. Por cierto, solo contaréis con tres durante todo el juego. ¿No os lo habÃamos dicho?
¿Lo conseguimos?
Lamentablemente, el sistema informático pudo con los hackers y no conseguimos salir a tiempo. HabÃamos resuelto mal dos de los acertijos y, por más que introducÃamos la solución, la puerta no se abrÃa. A nuestro favor diremos que era nuestra tercera sala del dÃa y tenÃamos los cerebros más fritos que el pollo del Kentucky. Aún asÃ, pasamos un muy buen rato y celebramos la derrota entrando en nuestro cuarto Escape Room del dÃa... ¡Es broma!
Valoración y puntuaciones
- A destacar: Originalidad tanto en la temática como en el formato del juego, la constante interacción entre el jugador y la sala.
- A mejorar: La atención a la hora de enviar las pistas (nos dio la sensación de que nos enviaban pistas de acertijos que ya habÃamos hecho o con cierto retraso con respecto al momento en que tenÃamos que hacerlo), la lógica de uno de los juegos (una vez explicado caes en ello, pero en el momento en que estás jugando creemos que si se saca no es por lógica, sino más bien por suerte).
Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor
Datos de contacto:
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