El circo de los horrores como nunca antes lo habías imaginado. Atrévete a quedarte encerrado durante una hora bajo esta carpa para rescatar a los animales del malvado director.
Nombre de la empresa: El Gran Escape
Nombre de la sala: Terrible Circus
Número de jugadores: 2-6 personas (con opción a combate)
Precio: 50-70€ por sala (en función del número de jugadores)
Duración: 60 minutos
Hacía tiempo que tenía ganas de probar una sala de El Gran Escape, así que aproveché un reencuentro con amigos para saciar mi antojo (no tengo muchos, de verdad, pero cuando me entra alguno parece que esté de nueve meses). Total, que echando un vistazo a la web, y atraídos por ese aura tétrica que envuelve a la descripción de la sala, nos decantamos por Terrible Circus.
La reserva
Como en la mayoría de los casos, realizamos la reserva a través de la propia página web, donde nos dieron la opción de realizar un depósito a modo de señal o llevar a cabo el pago completo. De esta parte del proceso se ocupó María, una de las amigas que me acompañó esa tarde y colaboradora indispensable de este blog. Lo cierto es que tuvimos algunos problemas para reservar la sala por la web (fallos técnicos, ya se sabe), pero llamamos por teléfono y de manera muy rápida y amable nos lo solucionaron todo (si os pasa lo mismo: paciencia, mis queridos padawan).
Local, historia y objetivo
El local no tiene pérdida, está cerca del barrio de La Latina (metro más cercano: Tirso de Molina -Línea 1 o La Latina -Línea 5). Siguiendo los consejos de la web, nos presentamos quince minutos antes para recibir las normas básicas de la sala (por favor, prestad siempre atención a esta parte previa al juego, sea donde sea, que luego faltan tuberías y nadie ha sido). Enseguida nos recibió nuestra Game Master, quien nos explicó muy atentamente todos los tipos de candados que encontraríamos durante el juego, así como la historia y el objetivo de la misma: salvar a los animales maltratados por el malvado director del circo aprovechando su hora de descanso.
Ambientación y juegos
Nos llamó la atención que para entrar en la sala tuviésemos que salir primero del propio local. Una vez en la calle paralela, donde tendría lugar el juego, nuestra Game Master nos entregó el walkie-talkie que actuaría como sistema de pistas y nos abrió la puerta del espeluznante circo. Una vez solos, nos vimos rodeados de luces y colores acompañados de una música circense un tanto tétrica (por aquella época acababa de ver It, así que os podéis hacer una idea de la aprehensión que tenía hacia los payasos en ese momento). A pesar de ello, no nos costó tanto comenzar a jugar. Enseguida vimos el primer animal enjaulado y, a juzgar por la forma de liberarlo, pronto entendimos por dónde iría la mecánica del resto del juego.
La ambientación es acertada, no hay ningún elemento que te saque de la historia o no esté bien integrado en la temática del circo, y mejora a medida que avanzas. Carteles siniestros, cartas mágicas, rostros de payasos y hasta un detalle que no puedo desvelar, pero que tanto adultos como niños disfrutarán llevando puesto una vez lo descubran. El punto fuerte de esta sala es que la mayoría de los elementos decorativos forman parte del juego de una forma muy original y diferente con respecto a otras salas en las que he estado. ¡Todavía recuerdo un par de ellos muy divertidos!
Los juegos mentales se combinan bien con los más físicos, haciendo que la sala sea amena y bastante divertida. Aunque la primera parte del juego es algo más lineal, pronto evoluciona positivamente hacia enigmas mucho más variados y complejos, por lo que llegará un momento en que será necesario dividirse para poder resolver todos los acertijos en el menor tiempo posible. Hay tantos elementos para probar al mismo tiempo que es prácticamente imposible que alguien del grupo se quede sin hacer nada (a menos que, como me pasó a mí, te quedes embelesado con uno de los juegos más retro. ¡Quiero una de esas máquinas para mi casa!).
¿Lo conseguimos?
Después de correr de un lado a otro con la cantidad de animales suficiente para llenar de nuevo el arca de Noé, conseguimos escapar antes de la llegada del malvado director. Tras celebrar el buen tiempo que hicimos, nuestra Game Master nos hizo la ansiada fotografía de recuerdo en el interior de la propia sala, lo cual no es muy habitual. Después de comentar todos juntos la jugada, y con una nariz de payaso como obsequio, nos despedimos de ella para que pudiese montar de nuevo la habitación y encerrar a los próximos valientes.
Valoración y puntuaciones
- A destacar: Buen equilibrio entre juegos físicos y mentales, variedad de pruebas a lo largo de la sala, alta jugabilidad.
- A mejorar: El sistema de pistas (es una cuestión personal, pero no soy muy amigo de los walkies, quizá ser millennial tenga algo que ver), la pantalla con el tiempo restante solo se ve en una de las salas (estaría bien poder tenerlo presente en todo momento), la ambientación (aunque no está mal, siempre se puede ir a más en este aspecto, sobre todo teniendo una temática tan original).
Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor
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