Forma parte de los Irregulares de Baker Street y, bajo las órdenes del mismísimo Sherlock Holmes, adéntrate en la guarida de Moriarty para poner fin a sus perversos planes.
Nombre de la empresa: Clue Hunter
Nombre de la sala: Holmes vs Moriarty
Número de jugadores: 2-5 personas (sin opción a combate)
Precio: 52-65€ por sala (en función del número de jugadores)
Duración: 60 minutos
Hacía tiempo que sabíamos que los chicos de Clue Hunter estaban trabajando en una nueva sala basada en las aventuras del famoso detective Sherlock Holmes. Una sala que supondría un nuevo avance tecnológico con respecto a Atrapados en el sótano en cuanto a nivel de mecanismos se refiere. No contábamos con mucha más información al respecto hasta que por fin, después de algo más de un año de minuciosos preparativos, recibimos la llamada del señor Holmes. ¡La guarida de Moriarty ya estaba lista y, al parecer, tenía un encargo de suma importancia para nosotros!
La reserva
Podréis hacerla a través de su página web seleccionando el día y la hora de vuestro juego. El pago se realizará por completo a través de la web para hacer efectiva la reserva, siendo el precio de la misma 65€ por sala. Sin embargo, contaréis con un 20% de descuento si vuestro equipo está formado únicamente por dos personas.
Además de lo anterior, encontraréis un apartado donde podréis seleccionar cómo los habéis conocido. Es importante que os detengáis unos segundos para rellenar este campo pues, aunque a los jugadores pueda parecernos algo banal, a las empresas les puede resultar de gran ayuda. ¡Todo sea por el bien del escapismo!
Local, historia y objetivo
El local se encuentra en una zona muy céntrica de Madrid, concretamente en el más que conocido barrio de La Latina, siendo la parada de metro más cercana Tirso de Molina (Línea 1) y La Latina (Línea 5). Al estar en pleno centro de la ciudad, os recomendamos que vayáis en transporte público, aparcar por allí puede convertirse en una auténtica tortura. ¡Allá vosotros con vuestra paciencia!
Félix, nuestro Game Master, ya nos estaba esperando cuando llegamos y enseguida nos transmitió esa buena energía que hace que la experiencia se coja aun con más ganas. Tras dejar nuestras cosas en la taquilla, nos sentamos los cuatro en el mismo sofá poniendo a prueba las leyes de la física. Estábamos como sardinas en lata, pero allí nadie se cambiaba de sitio aunque hubiese que jugar con la cara morada de aguantar la respiración. Y no es porque no hubiese más sitios donde sentarse, de hecho nos ofrecieron otros asientos, es que nosotros somos así. Nos gusta darnos calorcito en las tardes de verano con 40ºC a la sombra.
Una vez acomodados, nos explicó las normas básicas de la sala. Es importante que prestéis atención a las mismas pues, a diferencia de otros juegos, Holmes vs Moriarty cuenta con una particularidad. No queremos desvelaros de qué se trata, pues está directamente relacionada con la joya de la corona de la sala, así que creemos que es mejor que lo descubráis vosotros mismos una vez vayáis a jugar. Tras estas breves indicaciones, adoptamos el papel de los Irregulares de Baker Street y escuchamos a través de un vídeo qué era eso que con tanta urgencia nos quería encargar Sherlock Holmes: el famoso detective tiene la certeza de que su archienemigo, el profesor Moriarty, está preparando una guerra en Europa. Aprovechando su breve ausencia, tendremos que colarnos en su casa sin ser vistos y averiguar dónde será su próxima actuación para poder ponerle fin a sus intrincados planes.
Ahora que sabíamos para qué nos había llamado, solo faltaban dos cosas: el atuendo propio de cualquier detective de la época para pasar desapercibido y una herramienta muy valiosa para poder terminar nuestra misión con éxito. Por supuesto, Félix era consciente de ello, así que no tardó ni medio minuto en hacernos entrega de todo lo mencionado anteriomente y, de una forma de lo más divertida, nos acompañó hasta la entrada de la guarida de nuestro "querido" Moriarty. ¡La fachada y el juego de luces previo a la sala nos pareció todo un acierto!
Ambientación y juegos
La habitación a la que entramos estaba perfectamente decorada como una casa londinense de finales del siglo XIX. Los elementos decorativos, el color de los muebles, el papel pintado de las paredes, los motivos de las cortinas... ¡Todo era perfecto! Los detalles estaban tan cuidados que hasta la forma de ver el tiempo restante se encontraba completamente integrado en la sala. ¡Y de qué forma! La inmersión es completa desde que pones un pie en ella, algo que se mantiene durante toda la partida al no haber ni rastro de esas pegatinas rojas de "no tocar" que, aunque necesarias en muchos casos, acaban por sacarte inevitablemente del juego.
No os preocupéis si durante los primeros segundos os quedáis asombrados mirando ciertos objetos de la sala, es totalmente comprensible teniendo en cuenta que algunos de ellos no son muy comúnes en sitios así. Sin embargo, os recomendamos que no os confiéis demasiado pues, aunque a priori pueda parecer que no hay muchos elementos por los que empezar a investigar, la habitación esconde muchas sorpresas. Se trata de un juego no lineal, por lo que iréis encontrando diferentes objetos que en un principio no os van a servir de mucho, pero que cobrarán mayor importancia a medida que avancéis. Es importante que no perdáis de vista ninguno de ellos, pues os podrán hacer falta en cualquier momento.
Nosotros optamos por dividirnos, por lo que, mientras unos se dedicaban a la recolección de objetos "sospechosos", otros fueron asociándolos con los enigmas que se nos iban presentando. De esta forma fuimos avanzando despacio, pero con paso firme. Y entonces llegó ella. La piedra angular de la sala. ¡La mismísima joya de la corona! Jamás nos habíamos encontrado con algo así, pero si la habitación en sí era digna de admirar, esto era para hacerles la ola. A partir de ese momento, la mayor parte de la partida gira en torno a esa construcción y estamos seguros de que lo pasaréis en grande interactuando con ella. Además de un efecto hipnótico, cuenta también con una de las pruebas de habilidad más originales del juego. Fuimos varios los que pasamos por ella hasta que por fin conseguimos acabarlo. ¡Nunca me habían temblado tanto las manos!
La mayoría de los juegos son de carácter mecánimo. Ya sabéis, hago esto aquí y sucede esto otro en algún punto de la sala como por arte de magia. Aunque también encontraréis algún que otro candado o cerradura. Observación, búsqueda exhaustiva y relación de ideas serán vuestros mejores aliados durante la partida. Hay objetos realmente bien escondidos, incluso otros que no son lo que parecen a simple vista. Como diría nuestro amigo Sherlock: nunca confíe en las impresiones generales, concéntrese en los detalles.
Se trata de una sala de dificultad más bien alta, no solo por la resolución de algunos de los juegos, sino también por lo ajustado del tiempo con respecto al número de enigmas a resolver. Creemos que 3-4 personas podría ser un buen número de jugadores para enfrentarse al profesor Moriarty, es posible que para parejas sea algo complicada y que para grupos de cinco se quede algo pequeña en cuanto a tamaño. Aunque existen varias salas relacionadas con el famoso detective en la capital, esta es, sin duda, la más completa tanto por el carácter de los enigmas (pruebas lógicas y físicas, de habilidad, de observación...), como por la cantidad de detalles que los chicos de Clue Hunter han tenido en cuenta para hacer de vuestra estancia en el Londres victoriano una auténtica delicia.
¿Lo conseguimos?
Elemental, querido Watson. Aunque hubo momentos en que el tiempo empezó a jugar en nuestra contra, conseguimos estropear los malvados planes del profesor Moriarty a tiempo. Gracias, en parte, a que fuimos resolviendo uno de los enigmas de forma progresiva casi desde el principio de la partida, lo que nos ahorró bastantes minutos al final de la misma.
Al acabar nuestra estancia en Londres (yo me habría quedado allí dentro a vivir), Félix nos acompañó de nuevo al interior de la habitación para contarnos el "backstage" de la sala, ese momento que tanto nos gusta. Después de casi media hora dándole a la lengua, nos hicimos la foto de rigor (¡los marcos que les ponen son una pasada!) y nos hizo entrega de algo muy especial para los Irregulares de Baker Street. Sin duda, Holmes vs. Moriarty se ha ganado a pulso un puesto de honor entre los imprescindibles de Madrid. ¡Enhorabuena, chicos!
Valoración y puntuaciones
- A destacar: La capacidad que tiene la sala para transportarte por completo a otra época. La ambientación está cuidada al detalle, empleando para ello muebles y objetos no muy comúnes en otros locales y siempre acordes al siglo en el que nos encontrábamos. La complejidad y belleza visual de una de las pruebas, sin duda la joya de la corona de la sala. El carácter mecánico de la habitación, una gran evolución con respecto a su otro juego, Atrapados en el sótano.
- A mejorar: El aislamiento de la sala, en algún momento llegamos a escuchar a los jugadores de la habitación contigua, aunque esto solo ocurrió durante unos segundos cuando estábamos cerca de la puerta de entrada. El briefing: aunque la forma de entrar en la guarida de Moriarty es muy divertida, si se incluyese una mayor dosis de teatralización desde el inicio, la experiencia sería más que redonda.
Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor
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