Elige a tu propio grupo de ladrones de guante blanco y colaros en el Old British Bank para robar la herencia recién depositada de los Duques de Sealand.
Nombre de la empresa: La Casa de las Habitaciones
Nombre de la sala: El Robo
Número de jugadores: 2-6 personas (sin opción a combate)
Precio: 30-60€ (en función del número de jugadores)
Duración: 60 minutos
Junio es el mes de las lluvias en Japón (llueve una media de 20 días), razón por la que Paco, mi novio, decidió interrumpir su año sabático allí y volver unas semanas a Madrid. "Vacaciones de unas vacaciones", le decía yo. Llevaba ya siete meses en el extranjero, por lo que escaparnos unos días a Málaga para que pudiese ver a su familia (y de paso disfrutar de la playa y del pescaíto) era una cita ineludible.
Así que ahí estábamos, en el coche rumbo a Málaga dispuestos a empezar las vacaciones de las vacaciones de las vacaciones (por favor, que alguien llame a Christopher Nolan o me dé una patada para salir de este embrollo). Se nos habían agotado ya los temas de conversación cuando mi mente empezó a divagar. "Oye, Paco, ¿y en Málaga qué salas de escape hay?". Cruzamos la mirada y supe que había conseguido que le picara el gusanillo: "¡Miremos en Escape Radar y reservemos una!", fue su respuesta.
Tras buscar diferentes opciones, nos decantamos por La Casa de las Habitaciones, la cual cuenta con excelentes opiniones en Tripadvisor y además tiene cinco salas diferentes entre las que elegir. Finalmente, optamos por la sala El Robo y decidimos que llevaríamos a sus padres para poder iniciarlos en el mundillo... ¡La experiencia prometía!
La reserva
Se hace a través de la página web, en la que podéis encontrar bastante información acerca de la temática de cada una de sus salas y la dificultad de cada una de ellas. Información que no en todos los sitios está disponible y que a nosotros nos parece imprescindible.
Además, no será necesario pagar ninguna señal a la hora de hacer la reserva, por lo que tendréis que abonar la cantidad al completo una vez hayáis disfrutado de la experiencia.
Local, historia y objetivo
El local se encuentra junto al Puente de las Américas, a unos treinta minutos andando de la casa de mis suegros, por lo que decidimos ir hasta allí dando un agradable paseo. Llegamos a la plaza en la que se encuentra el local y, tras llamar al telefonillo del piso varias veces, vimos que nadie nos abría. Menos mal que mi suegra, que es muy curiosa, se fijó en que en el portal de al lado también había un cartel de La Casa de las Habitaciones. Probamos en ese telefonillo y... ¡bingo! Cuando Fran, nuestro Game Master, nos recibió, nos explicó que tienen las salas divididas en dos locales, por lo que estad atentos a la dirección que os manden al hacer la reserva para saber cuál de los dos pisos corresponde a vuestra sala o esta vez el reto no será salir... ¡si no entrar en ella!
Superada esta dificultad inicial, Fran nos preguntó por nuestra experiencia como escapistas. Al ver que en el grupo había novatos, nos explicó con todo detalle las normas de la sala, los candados que encontraríamos dentro y el objetivo al que nos enfrentábamos aquella tarde: Londres, 1920. Somos los componentes de una banda de ladrones que ha conseguido poner de su lado a uno de los trabajadores del Old British Bank para colarnos durante la noche e intentar robar la fortuna que los Duques de Sealand acaban de depositar en la caja fuerte de este banco. De nuestra destreza depende conseguir hacernos con el botín a tiempo o marcharnos con las manos vacías.
Por último, nos explicó que en La Casa de las Habitaciones cada sala cuenta con su propio sistema de puntos. En este caso, comenzaríamos El Robo con 2000 puntos, ganaríamos puntos por cada minuto que nos sobrara al final del juego y perderíamos cada vez que solicitáramos una pista.
Ambientación y juegos
Nada más poner un poner un pie en el interior de la sala tuvimos la sensación de haber entrado en un banco de verdad y encontrarnos en la sala de espera de los clientes. Mirando a nuestro alrededor, el primer reto parecía claro: conseguir entrar en la zona destinada a los trabajadores para comenzar nuestra investigación sobre la fortuna de los Duques de Sealand.
En este momento, ocurrió una de las situaciones más graciosas que he vivido dentro de un Escape Room. Nada más empezar a buscar a nuestro alrededor, Paco golpeó sin querer un objeto que cayó con un sonoro cling a una zona totalmente inaccesible para nosotros. ¿Eso... eso era lo que necesitábamos para poder avanzar? ¿Vamos a pasarnos los próximos 59 minutos aquí sentados sin hacer nada?
Sus padres nos miraban con cara de locos y nos preguntaban si ya habíamos perdido y no podríamos jugar más. Aquella escena parecía sacada de un gag de la televisión y no me puedo imaginar lo que se estaría riendo Fran de nosotros. Me quedé callada y empecé a contar mentalmente hasta diez. Tranquilos, el Game Master no ha dicho nada. Seguro que hay otra manera de avanzar. Y así fue. Hicimos trabajo en equipo, descubrimos que la sala escondía mucho más de lo que a simple vista parecía y conseguimos acercarnos un poco más al preciado botín.
A partir de este momento nos fuimos encontrando con toda una serie de juegos con carácter clásico y mecánico. Paco y yo comenzamos con ritmo suave, guiando a sus padres y haciéndoles partícipes para que entendiesen la mecánica del juego. Sin embargo, pillaron todo tan rápido que enseguida fuimos nosotros los que tuvimos que espabilar para no quedarnos atrás. ¡Resulta que tengo unos suegros con espíritu escapista y yo sin saberlo!
Se trata de una sala que no cuenta con excesivos elementos decorativos, lo cual no penaliza en absoluto a la inmersión o buena ambientación. Al contrario, ayuda notablemente a que el juego fluya, ya que hay pocas distracciones y es fácil que los jugadores se centren en lo que deben hacer. Por ello, creo que se trata de una sala ideal para grupos de 3-4 personas sin experiencia o para parejas más rodadas. Sin duda alguna, una sala que recomendaría como primera experiencia de Escape Room.
¿Lo conseguimos?
Fuimos muy rápidos resolviendo la sala, por lo que conseguimos llegar al juego final a falta de veinticinco minutos, pero entonces llegó el bloqueo. Imaginaos a cuatro pares de ojos mirando hacia el mismo sitio durante un cuarto de hora, sugiriendo cada vez cosas menos lógicas. Por suerte, Fran supo guiarnos poco a poco hacia la solución y finalmente conseguimos salir con la herencia con casi diez minutos de sobra y 2390 puntos en nuestro poder.
Valoración y puntuaciones
- A destacar: La ambientación de la sala. Sin duda, la mejor que he visto de esta temática hasta el momento. Se trata de una sala muy fluida, con juegos divertidos que requieren esfuerzo ,pero sin llegar a hacerse pesados.
- A mejorar: Aunque lo difícil e intuitivo que es un juego es algo totalmente personal, creemos que el juego final no encaja con el resto de la sala y que debería darse alguna indicación extra para poder entender cómo resolverlo. Es una pena que una sala tan divertida y que te mantiene en constante motivación tenga un reto final tan cortarrollo.
Opiniones de otros jugadores: TripAdvisor
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