La ciudad de Baltimore está siendo asolada por un peligroso asesino. Seis cuerpos sin vida han sido hallados en la calle imitando la posición del hombre del Vitruvio. ¿Seréis capaces de dar con el culpable?
Nombre de la empresa: Yaebi
Nombre de la sala: El Asesino del Vitruvio
Número de jugadores: 2-6 personas (sin opción a combate)
Precio: 44-84€ por sala (en función del número de jugadores) + 10€ adicionales con la opción de juego teatralizado
Duración: 60 minutos
Llevábamos cierto retraso con los chicos de Yaebi y es que, desde que habían abierto su sala El Asesino del Vitruvio, todavía no habíamos ido a hacerles una visita. ¡Muy mal por nuestra parte! Antes de probar suerte en su reciente farmacia londinense, queríamos ver qué tal se nos daba en Baltimore, así que reuní al equipo Escapaditos casi al completo (Manu, we missed you!) para investigar los extraños asesinatos que estaban asolando la ciudad americana.
Sabíamos que desde hacía un tiempo existía la posibilidad de jugar a la sala con actor incluido, algo que además nos había recomendado todo el mundo, por lo que no dudamos en meterle un poco más de chicha al asunto y reservar la experiencia al completo. ¡Señores polis, ya vamos a echaros una mano, que os vemos un poco verdes con este asunto!
La reserva
La reserva se lleva a cabo a través de la página web, donde tendréis la opción de elegir si queréis incluir actor en la sala por un coste adicional de 10€ por grupo. Desde aquí ya os decimos que ni lo dudéis. ¡Merece muchísimo la pena! Además, podréis indicar si iréis acompañados de menores de edad y si tenéis experiencia previa como escapistas. El pago total de la sala se hará en el local el día de vuestra partida, por lo que no será necesario abonar ningún tipo de señal en el momento de hacer la reserva.
Tened en cuenta también que, si vais entre semana, podréis aplicar un código promocional para disfrutar de un descuento de 5€ sobre el precio total de la sala, siempre y cuando no hayáis elegido la opción con actor.
Local, historia y objetivo
El local se encuentra en la zona de Vallecas, siendo Sierra de Guadalupe (Línea 1) la estación de metro más cercana. También podéis aprovechar e ir en Renfe, la parada de Vallecas os quedará a menos de doscientos metros, por lo que tardaréis solamente un par de minutos en llegar a pie. En nuestro caso fuimos en coche y, para no variar, encontramos sitio muy cerca de la puerta de Yaebi (empiezo a pensar que es cierto eso de que tengo una bonita flor en mis partes traseras para este tipo de cosas). Faltaba por llegar la mitad del equipo Escapaditos, así que los que ya estábamos allí esperamos a la entrada del local, cotilleando los objetos que había en el escaparate. ¡Sara, mira ese símbolo de ahí! ¡Recuérdalo por si acaso! La paranoia del escapista, ya sabéis....
Una vez que estuvimos todos listos, llamamos a la puerta y enseguida nos recibió nuestro Game Master, quien nos condujo hasta la recepción para contarnos las normas de la sala y hacer un breve repaso por todos y cada uno de los candados que encontraríamos en su interior. ¡Examen práctico incluido! Y menos mal, porque el funcionamiento de uno de ellos nos era totalmente desconocido. Habíamos visto otros similares, pero este tenía cierto truco que, de no haberlo ensayado antes, nos podría haber jugado una mala pasada.
Ya estábamos preparados para enfrentarnos a nuestra misión, así que acompañamos a nuestro Game Master hasta la comisaría de Baltimore (lo sé, tenemos un serio problema con esto de no recordar los nombres de la gente, prometemos ponerle remedio pronto), donde por medio del acting nos contó qué estaba sucediendo en la ciudad: seis asesinatos hasta la fecha tenían a la policía de Baltimore tras la pista de un vulgar profesor de arte. El único patrón que existía entre los cuerpos sin vida era que todos habían aparecido imitando la posición del Hombre de Vitruvio. Por si la presión de encontrar al responsable de los asesinatos no fuese suficiente, la senadora Willis nos seguía la pista muy de cerca. ¿Conseguiríamos resolver los asesinatos antes de convertirnos en las próximas víctimas?
Ambientación y juegos
A lo largo de El Asesino del Vitruvio iréis avanzando por diferentes salas en función de la zona de Baltimore en la que os encontréis. Aunque es cierto que la ambientación en cada una de ellas no llegó a sorprendernos, es suficiente para contribuir positivamente a la inmersión en el juego. Algo para lo que es fundamental la presencia del actor, pues es lo que hace que la experiencia tenga su propia seña de identidad y sea recomendada por los jugadores. Por otro lado, tuvimos la sensación de que la calidad de la ambientación mejoraba a medida que pasábamos de una habitación a otra, siendo la última nuestra favorita por los grandes momentos que vivimos en ella.
Comenzamos nuestra andadura como detectives un poco despistados. A priori, había pocos elementos con los que poder interactuar; sin embargo, muchas veces es peor contar con posibilidades reducidas porque si no logras ver pronto la respuesta a uno de los juegos puedes perder mucho tiempo en el proceso. Esto es lo que nos pasó a nosotros, solo había un camino a seguir, pero ninguno conseguíamos dar con la solución. ¡Menos mal que Cris estuvo avispado y dio con el elemento clave! Como suele ocurrir en estos casos, mucho más a la vista de lo que pensábamos...
Superado el primer bache de la tarde, nos dimos de bruces con el segundo. Esta vez teníamos delante de nuestras narices todos los elementos necesarios para resolverlo. Sin embargo, la experiencia previa como escapistas no jugó a nuestro favor, pues intentamos rizar el rizo cuando la respuesta era más que evidente. ¡Novatos, esto lo vais a hacer con los ojos cerrados! Menos mal que un inquietante habitante de Baltimore nos echó un cable y por fin lo vimos claro. ¡Muchachos, como sigamos así durante el resto del juego nos quitan el sueldo como detectives! Por suerte, a partir de ese momento fuimos resolviendo el resto de enigmas con algo más de soltura. Tampoco mucha, no os creáis... Que todavía recuerdo a algún que otro miembro del equipo tirado en el suelo como si acabase de perder jugando al Twister con tal de encontrar la solución a otro de los enigmas. En general, se trata de una sala no lineal, por lo que iréis recopilando una serie de objetos que, aunque no os servirán hasta el final del juego, os darán la clave para salir de allí con vida.
Como ya os hemos comentado anteriormente, la presencia del actor durante el juego es todo un acierto. Mientras que El Asesino del Vitruvio se habría convertido en una sala del montón con su ausencia, el hecho de contar con un personaje que acompañe a los jugadores durante la partida le da un toque diferente que hace que merezca la pena vivir la experiencia. Hay pocas salas en las que nos hayamos reído tanto como en esta. Tanto es así que creemos que la calidad de los juegos llega a pasar a un segundo plano. Matemáticas, observación y capacidad de distracción serán algunos de los ingredientes que os harán falta para avanzar en el caso. También será importante que os dejéis sorprender, yo lo hice, y mucho. ¿Pero cómo ha llegado eso a ahí? Me habría gustado ver mi cara en ese momento. ¡Qué grande!
En definitiva, El Asesino del Vitruvio se trata de una sala tradicional basada en la apertura de candados que, sin contar con juegos excesivamente originales, consigue que el jugador pase un buen rato gracias a la presencia del actor. En cuanto al número de jugadores, recomendamos la sala a grupos de unas cuatro personas si elegís la opción teatralizada, pues no os vendrá mal contar con gente suficiente por si alguno tuviese que sacrificarse por el bien del equipo. ¡Suerte, detectives!
¿Lo conseguimos?
Aunque a punto estuve de convertirme en carne picada para la cena gracias a mis queridísimos compañeros (¡os la devolveré!), finalmente conseguimos salir de allí con todos nuestros miembros intactos. Por último, nos hicimos la foto de grupo (¿por qué siempre acabo esposado?) y recogimos nuestras cosas sabiendo que pronto volveríamos para visitar La Farmacia. ¡Ya teníamos mono de Yaebi!
Valoración y puntuaciones
- A destacar: La presencia del actor en la sala y su constante interacción con los jugadores, el toque de humor que aporta a la experiencia.
- A mejorar: La actuación inicial del Game Master, se nos quedó un poco floja en comparación con el resto del juego; la ambientación en algunas zonas de la sala, sobre todo en la primera habitación, creemos que se le podría sacar más partido.
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